Matemático, físico, ingeniero informático e "informador". Hervé Falciani trabajó para el Banco Suizo HSBC entre 2001 y 2008, y destapó los nombres de 130.000 evasores de impuestos con cuentas no declaradas en Suiza a través de una lista que hizo pública y que lleva su nombre: la Lista Falciani.
En la recién estrenada película 'El Correo', dirigida por Daniel Calparsoro, Falciani tiene un papel importante. Junto a este escándalo de corrupción aparecen otros como la trama Gürtel, el caso Nóos, la Operación Malaya y demás que hubo en España y Europa en aquellos años.
"La realidad supera a la ficción", advierte en 'Más de uno' Hervé Falciani, quien anima a ver la película para informarse a la vez que divertirse y entretenerse, especialmente los jóvenes que no conocieron aquella época.
¿Cómo funciona la evasión de dinero?
El caso que presenta en 'El Correo' de evasión fiscal -el de los diamantes- "es un método real, como muchos otros elementos de la película", cuenta. En las tramas de evasión fiscal un "correo" es la persona que lleva dinero físico de un país a otro, u otro tipo de documentos, como un carnet.
La tecnología blockchain, por ejemplo, "muchas veces es un registro para asegurar que el dinero que tienen a un lado de una frontera, lo aprovechan en otro lado". dice Falciani.
La corrupción sigue existiendo
La película 'El Correo' refleja perfectamente los años 90 en España, una época dorada de la corrupción, la crisis inmobiliaria y numerosos escándalos de evasión fiscal que sacudieron a la opinión pública hace unos años.
Hoy en día, parece que el fraude fiscal es un problema del pasado y que hay más mecanismos de control, pero nada más lejos de la realidad.
"Hasta la corrupción sigue de pie. Se sigue votando a los mismos corruptos condenados o investigados. Siguen luchando en contra de las agencias antifraude", critica.
"La información es poder"
Falciani defiende que "la información es poder" y se declara a sí mismo como "un informador". Lo importante es, por tanto, que la ciudadanía tenga mecanismos para acceder a la información crítica e independiente.
"Un infiltrado es un contrapeso democrático. Yo lo veo como una profesión del futuro, presente y pasado, y es el único modo para combatir la impunidad", considera Falciani, quien también es consciente del riesgo que supone.