Algunos de los edificios más representativos y más monumentales de Madrid salieron de la cabeza de una misma persona: de quien está considerado uno de los arquitectos españoles más importantes del siglo XX. Antonio Palacios, reconocido arquitecto y urbanista, es considerado uno de los responsables de la transformación de Madrid en el primer tercio del siglo XX, en una ciudad moderna.
Con motivo del 150 aniversario de su nacimiento, Álvaro Bonet -arquitecto, autor del libro 'Trazar la mirada. Cuaderno de viaje de Antonio Palacios' y divulgador de su obra a través de la cuenta de Instagram @descubre_a_palacios- destaca que Palacios "configuró la memoria visual de uno de los lugares más emblemáticos de la capital", como es la calle Alcalá o la Gran Vía, donde participó con algunos edificios.
Reivindicar el carácter español a través de la arquitectura
Antonio Palacios fue un arquitecto que surgió de una promoción que se ubica tras la pérdida de las colonias; Cuba, Puerto Rico y Filipinas. Una generación que se apoya en el regeneracionismo de la época y que lucha por reivindicar la identidad española, algo que se traslada a la arquitectura.
En ese momento, "se reivindican mucho los estilos que dan lugar a los regionalismos o recuperación del lenguaje típicamente hispana", explica Bonet.
Un lenguaje propio que crea escuela
Palacios, igual que Gaudí, es un arquitecto volumétrico; sus edificios tienen una gran textura, carnosidad y volumen, como se puede ver en el Instituto Cervantes actual con sus columnas clásicas a toda altura o las cornisas.
Gaudí, en Barcelona, es tan destacado que no tiene escuela ni seguidores, mientras que, por el contrario, "Palacios tiene un lenguaje propio que crea escuela entre sus discípulos", destaca el experto.
La parte visual y decorativa del metro de Madrid
Del metro de Madrid, Antonio Palacios fue el arquitecto responsable de todas las cuestiones visuales y decorativas, incluidos los edificios. Desde cocheras, talleres, estaciones, bocas de metro y templetes como el de Sol y Gran Vía. Ahora, sin embargo, ya solo queda la Estación de Chamberí, el vestíbulo de Tirso de Molina y el vestíbulo de Pacífico.
Antonio Palacios usaba mucho la piedra y elgranito en concreto. "Vio en el granito la esencia de lo inmutable, del paso de los siglos", considera Bonet, quien destaca el pasado gallego de Palacios, donde hay numerosos dólmenes de granito.