El líder del PSOE en Madrid, Juan Lobato, anunció ayer que desde hace un mes y medio está decidido quién cubrirá la candidatura socialista para la alcaldía de Madrid.
Se ha especulado mucho sobre quién será el nombre de la persona; Félix Bolaños, Luis García Montero o la actual Delegada del Gobierno, Mercedes González. Edu Madina, por su parte, niega que sea él el candidato para la alcaldía de Madrid por parte del PSOE y asegura desconocer el tema.
Sin embargo, Madina reflexiona sobre la gran disección de voto que existe entre país-gobierno-capital: "España es el único país de Europa donde pasa que el partido que gobierna el país, es el cuarto en la capital".
¿Cómo un partido resuelve las divisiones internas?
A propósito de la división interna en el PSOE por la Ley trans y sobre cómo los partidos resuelven estas situaciones con posiciones encontradas, Edu Madina recuerda dos leyes que causaron gran división en el PSOE: la ley que modificó el derecho civil para matrimonios de personas del mismo sexo y la reforma de la ley de interrupción voluntaria del embarazo, donde el PSOE proponía un modelo de plazos, más avanzado y al nivel europeo.
Otra vez las prohibiciones de opinión; a la mínima opinión, el insulto acelerado
En aquel momento, se debatieron estos asuntos en la dirección del partido, en los comités federales, y en la sede del Gobierno. Para sacar adelante la ley del matrimonio homosexual, "Pedro Zerolo fue fundamental. Estábamos hablando de derecho civil, no de derecho canónico", dice Madina.
Igualmente, con la reforma de la ley del aborto, "fueron las feministas clásicas del partido las que llevaron al PSOE a la concepción de una legislación avanzada; pues es el derecho de la mujer, una decisión donde no tiene que entrar nadie".
"Las hogueras" en torno la Ley trans
En relación a la polémica en torno a la Ley trans, Madina critica la confusión entre los términos "sexo" y "género", y "las hogueras". "Otra vez las prohibiciones de opinión, otra vez a la mínima opinión, el insulto acelerado", dice Madina sobre aquellos que dudan de su opinión y rápidamente califican de tránsfobo.
Así, en opinión de Madina, el país está sumido en un debate para el que no había madurez suficiente como para afrontar un proceso de modificación legislativa como la que plantea esta ley.
El PP renunció a abrir debates internos sobre temas incómodos
Por su parte, Borja Sémper admite que se trata de un tema complejo que afecta a una de las líneas más sólidas del Partido Socialista. "Los partidos también son lugares y espacios que marcan una posición ideológica y fijan posición política sobre ciertos temas", opina.
En definitiva, si se acaba con el debate interno de los partidos hasta acabar fijando una posición, los partidos dejan de tener el papel que debería.
El PP fijó su posición no fijándola
En su caso, Sémper recuerda que el PP renunció a abrir un debate interno en torno a la ley del matrimonio homosexual y la reforma del aborto, pues eran temas incómodos.
"Fijó su posición no fijándola, porque era consciente de que esto removía no sólo a sus cuadros, sino también a las bases"
