OPINIÓN

Monólogo de Alsina: "Memoria democrática, amnesia reciente"

Carlos Alsina reflexiona en su monólogo sobre el inicio del curso político en el que Pedro Sánchez tratará de justificar la legalidad de la amnistía para recabar el apoyo del independentismo y, en concreto, los votos de Puigdemont para investirle presidente del Gobierno.

Carlos Alsina

Madrid | 04.09.2023 08:54

Primer lunes de mes. Primer día de la nueva temporada radiofónica. Gracias por elegirnos para iniciar el día cada mañana. Intentaremos estar a la altura. Quién sabe qué acontecimientos inesperados nos traerá la actualidad de esta nueva temporada. Dices: que Feijóo sea presidente. No, eso no… Más que acontecimiento inesperado sería un fenómeno sobrenatural. Tendría que ser poseído Ortúzar por el espíritu de Iturgáiz. Y Aitor Esteban por el de Cuca.

La temporada comienza, de momento, con fenómenos adversos en lo meteorológico. Qué le voy a contar si es usted vecino de Alcanar, en Tarragona, o de Alzira, en Valencia; si es usuario del tren y se quedó sin poder viajar en el corredor mediterráneo; si es automovilista y se encontró en la tarde de ayer con un tramo de carretera cortado por inundación o con un atasco de agárrate y no te menees. La DANA es la primera protagonista de la temporada. Menuda tarde de domingo. Y ahí sigue, toda la jornada. Desplazándose hacia el Atlántico y dejando media España empapada. Todo lo que no llovió el resto del verano lo llovió ayer. O no llegamos, o nos pasamos.

Ministros y ministras gregarias de Pedro Sánchez

Al verano le quedan aún diecinueve días. A Luis Rubiales, no se sabe. Hemos llegado al cuatro de septiembre y Rubiales sigue siendo presidente de la Federación Española de Fútbol. E Iceta sigue siendo ministro de Deportes. ¡En funciones, sí! Como todos los ministros y ministras.

Irene Montero también sigue siendo ministra. Su futuro laboral está vinculado a la investidura de Sánchez. Si le invisten a él, ella cesa. Si no le invisten, a seguir en funciones. En funciones de fase terminal, pero ministra al fin y al cabo.

De Pablo Iglesias se sabe cada vez menos -la vida es así, Pablo- y de Yolanda Díaz se sabe lo de siempre: que ella es gregaria de Pedro, si él se mantiene, ella se mantiene con él. Por eso se ha destapado ahora como una forofa de la negociación con Puigdemont, la amnistía y lo que haga falta. Qué cosas, eh.

Yolanda Díaz se ha destapado ahora como una forofa de la negociación con Puigdemont, la amnistía y lo que haga falta

En toda la campaña electoral no dijo ni media palabra ni de amnistía ni de casi nada. Le preguntaban qué planes tiene para Cataluña. ¿Yo? Lo que salga de la mesa de diálogo. Ya, pero qué propuesta llevaría usted a la mesa de diálogo. Silencio administrativo. Ninguna. Y ahora resulta que es urgente la amnistía. Oye, haberlo dicho. Y la autodeterminación, claro, porque Sumar no ha dejado de ser soberanista. Aunque en campaña se pusiera de perfil porque era lo que, calculadora de votos en mano, entendía que tocaba.

Vuelve a predicar el presidente en funciones: entre la homilía y el mitin

Bueno, esta mañana predica el presidente en funciones. En hora y media tiene convocada a gente diversa en el Ateneo de Madrid para alegrarles la mañana con su conocido estilo discursivo. Entre la homilía y el mitin. ¿Especialidad de la casa? Poner a caer de un burro a Feijóo (¡y a toda la derecha!) y blanquear a Puigdemont (que es derecha, sí, pero independentista, la nueva derecha buena, moderna y avanzada; qué tiempos aquellos en que Joaquim Torra era el Le Pen de la política española, ¿eh, presidente?)

Qué tiempos. La socialdemocracia comprometida con la igualdad de ciudadanos y territorios frente a la xenofobia y la desigualdad de los separatistas. Ya está tardando el presidente en funciones en explicarnos que también en esto ha cambiado de opinión. Teoría y práctica de la argamasa constitucionalista según el Pedro Sánchez de hace cinco años, justo antes de ser presidente.

Blanquear a Puigdemont, que es derecha, sí, pero independentista, la nueva derecha buena, moderna y avanzada

La solidaridad entre territorios. La igualdad entre españoles. Esta mañana tiene una oportunidad espléndida para hablar de ello. Como cambia tanto de opinión, vaya usted a saber en qué está ahora.

Los derechos históricos que sólo tienen los españoles de algunos territorios

Nunca ha terminado de resolver la izquierda española (ni la derecha) cómo se conjuga esto de los derechos iguales para todos los españolescon los derechos históricos que sólo tienen los españoles de algunos territorios. Los derechos históricos que son la esencia del autogobierno vasco y navarro, por ejemplo.

Como sabe el lendakari Urkullu, uno de los tipos más serios y con mejor prensa de la vida pública española. Y que ha tenido a bien recordarnos la semana pasada que los tipos serios también saben hacer trampas. Esta propuesta, publicitada en El País, de interpretar la Constitución para que diga lo que no dice, pero avalada la interpretación por el gobierno central y el vasco para que fructifique. Nos juntamos Sánchez y yo y sentamos cátedra sobre lo que debe entenderse que es una nacionalidad histórica. Como no tenemos mayoría social para hacer una reforma, urdimos un procedimiento al margen del Parlamento. Que lo puentee. Como la mesa de negociación que Sánchez le regaló a Junqueras. De tú a tú, sin Cortes, ni sociedad española, ni nada que estorbe. No es el plan Ibarretxe, por supuesto que no. Urkullu es otra cosa. Es el plan Ibarrullu. Nada de lo mío es tuyo.

Ahora el progreso es la exaltación de la diferencia. El futuro son los derechos históricos. Y avanzar es regresar al siglo XVIII

Este es el nuevo progreso. De la nueva mayoría progresista en la que caben todas las derechas nacionalistas. Ahora el progreso es la exaltación de la diferencia. El futuro son los derechos históricos. Y avanzar es regresar al siglo XVIII, referencia elegida por el lendakari. La España del XVIII, mejor que la España del 78, dónde va a parar. Hombre, en el caso catalán habría que irse al siglo XIV, lendakari, ya sabe que la lista fake de presidentes de la Generalitat que maneja el independentismo se remonta hasta Berenguer de Cruilles. Digo yo que si jugamos a la regresión, jugamos del todo.

Urge justificar la legalidad de la amnistía

Tanta memoria para unas cosas y tanta amnesia para otras. El debate que ahora patrocina el gobierno es el de si la amnistía es constitucional. Urge justificar su legalidad. ¿Y por qué no debate antes el gobierno si la amnistía de Puigdemont, Comín y los demás es merecida? No legal, o conveniente, sino merecida. ¿Qué han hecho para merecer la impunidad y el olvido? Nada. Ellos no han hecho nada. Quien lo ha hecho ha sido Sánchez. Ha obtenido menos respaldo electoral del necesario para poder seguir siendo presidente sin pasar por el aro, tan simple como eso. No obtuvo votos suficientes y tiene que negociar con quien los tiene. Negociar y pagar.

Se nos dirá que es un paso para la pacificación de Cataluña. ¡Pero si ya estaba pacificada! Que es por el reencuentro de los catalanes. ¡Pero si ya se habían reencontrado! Que no se puede vivir en la venganza. ¡Pero si eso lo habían arreglado ya los indultos! Lo ha dicho el gobierno mil veces en los dos últimos años: Cataluña había sido pacificada. La pacificaron los indultos. Luego se derogó la sedición para repacificarla. Y se abarató la corrupción para terminar de repacificarla. Ah, pero ahora hace falta la impunidad completa. ¡El olvido! Aquí no ha pasado nada. Porque sólo así llegará la paz. Perdón, porque sólo así llegará la investidura.

Has corrompido la Generalitat de Cataluña. Pero eso se perdona pronto. En cuanto alguien necesita tus votos

Hombre, tiene sentido. Que el gobierno que abarató la corrupción se encomiende ahora a un individuo procesado por corrupción. O sea, Puigdemont. Si te has corrompido para hacerte rico estás proscrito para el resto de tus días. Pero si te has corrompido para privar a los ciudadanos de sus derechos políticos, entonces pelillos a la mar. Has corrompido la Generalitat de Cataluña. Pero eso se perdona pronto. En cuanto alguien necesita tus votos.

No se le ha oído al gobierno una palabra en cinco años declarando deseable una amnistía. Más bien al revés. Recurramos a la docta opinión de Carmen Calvo, vicepresidenta tres años y profesora de Derecho Constitucional. El día después de que Sánchez prometiera cumplir la sentencia del Supremo le dijo esto a Jordi Basté.

Se le agradece a la vicepresidenta la claridad y la pedagogía. Esto fue en 2019. Pero esto otro es de este mismo año. 2023. Mes de julio. En campaña. El día que el Tribunal Europeo le retiró la inmunidad a Puigdemont.

Presidente, por qué nos sigue usted mintiendo tanto

Rendirán cuentas, sí, salvo que Sánchez antes se rinda. Rinda a la justicia española decretando amnesia general. Aquí no pasó nada. Alabada sea la mayoría de progreso en la que milita Waterloo.

El presidente se pasó la campaña persuadiéndonos de que los independentistas ni eran sus socios ni iban a tener la amnistía

Que el gobierno cambie de opinión no nos va a sorprender a estas alturas. El presidente se pasó la campaña persuadiéndonos de que los independentistas ni eran sus socios ni iban a tener la amnistía por la que suspiraban. Pero no pasa nada porque este estribillo ya nos lo sabemos. No mentía, es sólo que ha cambiado de opinión. El día que sea investido aún será pertinente la pregunta. Presidente, por qué nos sigue usted mintiendo tanto.

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