Ya sólo falta Francina. Ponerle fecha a la investidura y a consumar. La presidenta del Congreso, que actúa como delegada del presidente en las Cortes, procederá a comunicar que el pleno será pasado mañana. Miércoles, el debate; jueves, la coronación.
Única duda: si Feijóo subirá a la tribuna a dar la réplica a Sánchez o se hará un Óscar Puente. Porque de lo que no hay duda es de que todos los grupos gubernamentales, que ahora son el PSOE-Sumar-PNV-Bidu-Esquerra-el Bloque y el nuevo mejor amigo de todos ellos, el muy progresista Junts per Cataluña, limpio entre los limpios -su presidenta condenada por corrupción, su líder procesado en rebeldía por corrupción, su secretario general indultado tras su condena por corrupción-, todos los grupos gubernamentales emplearán sus intervenciones desde la tribuna para hacer oposición a Feijóo, líder político que en el CIS ya es el que saca mejor nota.
Sánchez se encomienda a Puigdemont
No hay que tirar de bola de cristal para saber que le imputarán calentar la calle, agitar el odio, enfrentar a los españoles y, un clásico, no aceptar el resultado de las urnas. Porque los españoles votaron que, por dios por dios, Sánchez se encomendara a Puigdemont y le librara de ser juzgado con tal de que España no cayera en manos de Feijóo y de Vox.
Pedro Sánchez lidera un frente de partidos a los que sólo une evitar que gobierne la derecha
Elecciones generales ya no habrá hasta julio de 2027 salvo que a Sánchez, por algún motivo hoy imprevisible, le convenga disolver antes y adelantar. Lidera un frente de partidos a los que sólo une evitar que gobierne la derecha. La izquierda, porque quiere aplicar políticas de izquierda y los independentistas vascos y catalanes porque quieren tener un gobierno dispuesto a dar los pasos que los anteriores no dieron hacia la autodeterminación de sus respectivos territorios.
Sólo hay que ver el acuerdo firmado por el PSOE y Junts el jueves para comprobar que no hay ahí un solo compromiso que pueda considerarse de izquierdas. Salvo que ahora sea de izquierdas la impunidad y la deslocalización. La impunidad de varios centenares de presuntos delincuentes, incluidos autores de delitos violentos, y la deslocalización del control al gobierno, externalizado a un grupo no identificado de verificadores ante el que habrá de rendir cuentas una vez al mes el PSOE. En Suiza.
El líder del progresismo patrio, o sea, Puigdemont, ha internacionalizado a Sánchez. Antes de que termine noviembre habrá de enviar a uno de sus embajadores a Suiza a rendir cuentas ante el tribunal que le ha montado Puigdemont.
La idea que tiene Junts del verificador: darles la razón a ellos y leerle la cartilla al PSOE
La señora Borrás, inhabilitada para cargo público y a la espera de que a ella también le toque la lotería de la amnistía, explicó ayer al diario El Nacional (se le agradece la claridad) qué esperan ellos de los verificadores estos, que resulta que serán cuatro; y de qué se sienten ya más satisfechos. Por orden. Primero, lo de los verificadores. Junts a un lado de la mesa, el PSOE al otro y en medio, el tercero. En catalán, un tercé.
Un tercero podrá decir oiga, que estos señores, los independentistas, han hecho todo lo que tocaba para poder hacer un referéndum, criaturas, durante años, y siempre se han encontrado con un no, un no, un no. Bien, ésta es la idea que tiene Junts del verificador: darles la razón a ellos y leerle la cartilla al PSOE, gobierno de España, por no avanzar hacia la autodeterminación.
Cuatro verificadores, dijo Borrás, de los cuales tres permanecerán secretos (mira qué bien) y sólo de uno se conocerá el nombre. El control a Sánchez deslocalizado y ejercido por personas sin nombre. Sin cámaras, se entiende, salvo que se tapen la cara, encapuchados.
Segundo, la satisfacción. Obsérvese el desdén con el que se refiere la señora de Junts a la propaganda socialista sobre el reencuentro, la nueva etapa, el pasar página, y el orgullo que se intuye en esto que dice luego.
El conflicto entre catalanes ya se ha acabado. Pues mire, sólo con un acuerdo firmado el conflicto ya es entre españoles. Ahora el conflicto es entre españoles.
Sánchez llegará al gobierno desdiciéndose de aquello que garantizó que no sucedería
El presidente Sánchez será investido el jueves conforme al procedimiento legal establecido. Empezará su nueva etapa en el gobierno sabiendo que ha llegado a ella desdiciéndose de aquello que garantizó a sus votantes que nunca sucedería -la impunidad- y sin el consenso social que tantas veces invoca -que tantas veces invoca y que nunca se trabaja-. El presidente sabe que ha arrastrado a su partido a una negociación, primero, y a unas concesiones después que en cualquier otra circunstancia le habría parecido inasumible. Por injustas, por incoherentes y por contraproducentes. Lo escribió ayer Fernando Vallespín en El País, ex presidente del CIS con Zapatero y votante siempre del PSOE: ‘Qué tendrá el poder para que compense introducir al país en uno de sus mayores conflictos políticos internos desde la Transición’.
Sánchez logrará su continuidad en la Moncloa habiéndose deteriorado notablemente la convivencia en España y habiendo resembrado en la Cataluña independentista la esperanza de poder consumar la secesión
Sánchez sabe que el jueves logrará su continuidad en la Moncloa habiéndose deteriorado notablemente la concordia y la convivencia en España y habiendo resembrado en la Cataluña independentista la esperanza de poder consumar la secesión. El nuevo artefacto propagandero se llama referéndum pactado. El árbol que creían muerto rebrota. La separación es posible usando la palanca que el presidente ha puesto en sus manos: la estabilidad del gobierno y el cuarteto extranjero verificador.
Cómo no van a sentirse reconocidos si el PSOE ha hecho suyos todos los cuentos que sobre la historia de Cataluña viene contando desde hace años el separatismo. El viernes me preguntaba aquí si ésta fake a la que ha estampado su firma el PSOE es la historia de Cataluña para Salvador Illa. Hoy cabe preguntarse qué estará pensando Borrell, militante del PSC y coautor de aquel libro: ‘Las cuentas y los cuentos del independentismo’. Va a dar igual lo que piense, ya lo sé.
Page dijo el viernes que el acuerdo de investidura está basado en una mentira y que consiste en entregar el mando a alguien que odia a España y odia la Constitución. Pero vamos, que no se le ha escuchado decir que en esas condiciones la investidura no debería producirse. Ni a él, ni a Lambán, ni a ningún barón. O ex barón. Con tal de que no haya urnas de nuevo y pueda gobernar, ahora sí, la derecha adelante con los faroles, Cataluña oprimida desde Felipe V e impunidad para Puigdemont. Y verificador. O como se llame.
Hoy se presentará la ley de amnistía redactada entre la Moncloa y Waterloo
Hoy se presentará, por fin, la proposición de ley de amnistía. Se ha redactado entre la Moncloa y Waterloo, pero -nueva impostura- se hará pasar como fruto del trabajo conjunto de los grupos parlamentarios gubernamentales, el frente amplio. Sigue la broma pesada.
No se sabe lo que dice el texto, pero ya sabemos -gracias a El País- que fue muy discutido entre los negociadores si había que poner la conjunción ‘y’ o la preposición ‘de’ en el artículo primero. El artículo no se sabe qué dice, pero que se discutió mucho la y o la de sí. La esencia del proyecto se conoce, en todo caso, desde la noche electoral del 23 de julio en que Sánchez dijo aquello de ‘Somos más’. La esencia es que a Puigdemont ya no se le juzga. Con conjunción, preposición o lo que hayan acabado eligiendo.
La esencia es que a Puigdemont ya no se le juzga
Ahora ya se admite abiertamente en los medios que se revisó letra por letra la la ley con sus beneficiarios para que estos quedaran satisfechos.
Ahora ya se admite abiertamente que Cerdán se había visto con Puigdemont seis veces antes de la primera foto, es decir, que cuando el PSOE dijo en octubre que había viajado para hablar con personas de Junts pero no Puigdemont nos estaba mintiendo. ¿Y cuándo no?
Ahora ya se admite que Cerdán y Puigdemont se han visto ya al menos una vez con el verificador internacional, cuando hasta el jueves se decía que ni siquiera estaba aceptado que lo hubiera.
Tezanos sigue sin preguntar a los españoles por la amnistía ni por Puigdemont. Pero ha preguntado a los españoles por el cambio de hora
Y ahora ya se admite abiertamente que el vaciamiento del Código Penal la legislatura anterior se pactó con Esquerra para beneficiar a políticos de Esquerra, y no porque Europa nos reclamara modernizar el Código Penal, que era la matraca falsa que en aquel momento repetían los mismos políticos y los mismos comentaristas que ahora dicen y escriben sin inmutarse que la verdad era ésta otra.
Tezanos sigue sin preguntar a los españoles por la amnistía. Ni por Puigdemont. Ni por la investidura negociada en Bélgica y supervisada en Suiza. Pero ha tenido a bien preguntarnos a los españoles por el cambio de hora. Que no se diga que el presidente del CIS huye de los temas polémicos. Esto también es una broma pesada.