Puede parecer recochineo, pero es política. Dentro de una hora, en el Congreso, la delegada puigdemónica Miriam Nogueras -estrella parlamentaria de la legislatura en perjuicio de Gabriel Rufián, tan eclipsado- va a preguntarle al presidente del gobierno si será capaz de sacar adelante los Presupuestos de este año.
La amnistía integral y blindada
‘¿Cree usted que lo conseguirá?’, es la pregunta. No es que le esté pidiendo un pronóstico, imagino (nueve a uno a que sí, compañera), le está pidiendo que garantice que Junts tendrá, a cambio de sus siete votos, lo que viene exigiendo desde el comienzo de esta hermosa comunión de intereses: la amnistía integral y blindada. A prueba de jueces del Supremo.
‘¿Cree usted que lo conseguirá?’ Bien podría responderle Sánchez: ‘¿Y tú me lo preguntas, Miriam? La respuesta eres tú.’ (Bueno, la respuesta la tienes tú, en cuanto el expatriado, desde Waterloo, te diga lo que tienes que votar).
Le está pidiendo que garantice que Junts tendrá, a cambio de sus siete votos, lo que viene exigiendo desde el comienzo de esta hermosa comunión de intereses: la amnistía integral y blindada. A prueba de jueces del Supremo
Como se esperaba, la mesa del Congreso dio ayer más tiempo a la mayoría gubernamental para convencer a Puigdemont de que se deje amnistiar en los términos que hoy recoge la proposición de ley (embarrancada), o para dejarse convencer por Puigdemont y cambiar los términos (amnistiamos todos los delitos, de perdidos al río, y luego ya se verá).
Puigdemont tiene influencia sobre todo lo que ocurre en el Congreso
Si el PSOE pide más tiempo cabe pensar que es por dos razones: que cree tener posibilidades de reconducir al amnistiado VIP y que, a día de hoy, todavía no lo ha reconducido. Más allá de eso, no se sabe nada. Como es costumbre en el equipo de persuasores de Casa Sánchez.
Andarán pasándose papeles y haciendo llamadas a quien tenga influencia sobre Puigdemont, que a estas alturas a saber quién puede ser porque es Puigdemont quien tiene influencia sobre todo lo que sucede en el Congreso. Del verificador salvadoreño no se volvió a saber y Santos Cerdán no consta que haya viajado a Suiza, aunque si lo ha hecho tampoco nos va a constar.
Día de exaltación suiza en el Palacio de la Moncloa
Ayer fue el día de exaltación suiza en el Palacio de la Moncloa. Qué elogios a la Confederación Helvética, por un momento pareció que la ministra Alegría era la portavoz del gobierno suizo. Si ya lo decía Torra: Suiza es donde hay que mirarse, el faro, la hoja de ruta, el modelo. Torra lo decía porque hizo carrera profesional en Suiza y conoce aquello mucho mejor que La Mancha o el Valle del Jerte, lugares en los que es posible que no haya estado nunca.
El País, bebiendo en fuentes de primera mano, adelantó ayer la carta que la administración suiza hizo hecho llegar al ministerio de Justicia suspendiendo la comisión rogatoria y negándose a informar al juez García Castellón de dónde para Marta Rovira.
¡No hay terrorismo en tsunami, que se entere Castellón, que lo dice Suiza!
Título de la información, ya lo contamos ayer, ‘Suiza cuestiona la investigación por terrorismo del caso tsunami’. Palabras clave: cuestiona y terrorismo. Reacción de la mayoría gubernamental: ¡Viva Suiza! Ahí está, decían ayer a coro independentistas y socialistas, ¡no hay terrorismo en tsunami, que se entere Castellón, que lo dice Suiza!
Es conocido que, visto desde España, lo que diga Suiza siempre tendrá valor de verdad revelada frente a las maniobras insidiosas de nuestro Tribunal Supremo. ¡El criterio suizo es el bueno, no el de los fiscales (11 a 4) del Tribunal Supremo! Donde esté la justicia suiza, que se quite la española.
Desde España, lo que diga Suiza siempre tendrá valor de verdad revelada frente a las maniobras insidiosas de nuestro Tribunal Supremo
Tampoco vamos a pedirle, a estas alturas, a los portavoces políticos prosuizos, que entren en la letra pequeña del asunto. Que aclaren, por ejemplo, que la Oficina de Justicia Suiza que ha emitido este dictamen no es un órgano judicial sino administrativo. O traducido, que no son los jueces suizos sino un departamento ministerial de allí. La Oficina depende del ministerio de Justicia suizo y su correspondiente en España es la Dirección General de Política Legislativa.
O que aclaren que lo que hace en su carta es requerir aclaraciones al juez sobre el motivo de su pesquisa. Incluyendo la petición de información sobre el efecto que tendría la ley de amnistía en Marta Rovira. A esa pregunta, la verdad, sólo cabe una respuesta: ¿qué ley de amnistía, si no hay ni ley ni proyecto aprobado en el Parlamento? Dices: todavía.
Claro, es una expectativa. Pero es que a día de hoy no hay efecto alguno. Es relevante la carta del ministerio suizo al ministerio español, claro que lo es. Pero está lejos de ser la prueba de que Puigdemont no podrá ser imputado, que es lo que el gobierno necesita para sofocar el recelo puigdemónico.
Quienes decidirán la imputación de Puigdemont son los jueces del Supremo
La ministra portavoz dijo ayer que el gobierno se había enterado leyendo El País. Pero la carta suiza entró en el ministerio de Justicia el 29 de diciembre, un mes antes de que el Congreso votara la ley de amnistía.
El gobierno tiene que garantizarle a Puigdemont que quedará libre de todo el día que se aplique la amnistía
Quizá es cansino recordarlo, pero quienes van a decidir si a Puigdemont le cae una imputación por terrorismo, o por traición, o por cualquier otro delito, son los jueces (que no los fiscales) del Tribunal Supremo. Todos los otros criterios, informes, resoluciones, dictámenes, dan para animar el debate, o para cargarse, presuntamente, de argumentos pero no cambian el fondo del asunto.
Y el asunto es: que el gobierno tiene que garantizarle a Puigdemont que quedará libre de todo el día que se aplique la amnistía y no puede hacerlo porque la ley tiene que aprobarse en el Congreso el mes que viene, antes, probablemente, de que el Supremo se pronuncie.
Junts le hace otro roto al argumentario oficialista
Entremedias, y para ponérselo aún más cuesta arriba al gobierno en su campaña de evangelización sobre las bondades de andar en tratos con Junts, este partido ha abierto camino a una iniciativa popular que pide la declaración de independencia (otra vez) en el Parlamento de Cataluña. ¿Es un gesto? Desde luego que es un gesto.
Junts desbarata la doctrina gubernativa según la cual había renunciado a la vía unilateral
El gesto con el que Junts desbarata la doctrina gubernativa según la cual había renunciado a la vía unilateral. Es más, había aceptado de hecho el marco constitucional aunque no lo dijera abiertamente. Pues va a ser que no. Junts alienta que el Parlament proclame la República Independiente de Cataluña. No pasará. Pero al argumentario oficialista le hace un roto. Otro.