Un día soleado en Barcelona. Cielo despejado y veintún grados de temperatura al mediodía. Y ambiente tormentoso entre los dos protagonistas del día.
Rayos y truenos. Porque hoy es el día. Hoy es el día en que el presidente Sánchez, si se anima, le podrá hacer de viva voz a su compadre Pere Aragonès la pregunta de Margarita...Qué tiene que hacer el Gobierno con quien supone un peligro público.
Hoy se espera que el presidente Sánchez le haga un mimo al president de la Generalitat
Va a ser una mañana deliciosa en el Círculo de Economía, el Cercle, porque el presidente Sánchez, impasible, imperturbarble mientras su gobierno se le pudre ante la mirada perpleja de sus gobernados, coincidirá con su socio más querido, el presidente de la Generalitat de Cataluña, con quien tiene formada una mesa para solucionar el encaje de Cataluña en España (y no sé cuántas cosas más) y que desde ayer tiene la confirmación oficialde que fue espiado por el Centro Nacional de Inteligencia. Gobernando Sánchez, se entiende.
El espiado saludando al máximo responsable del Gobierno bajo cuyo mandato se decidió espiarle
No me diga que no va a ser un momento político entrañable. El espiado saludando al máximo responsable del Gobierno bajo cuyo mandato se decidió espiarle. ¿Qué tal, Pere, como estás?, le dirá Sánchez, cálido, obsequioso, qué alegría más grande verte, quien sabe si acercando sus manos a la barba de Pere para acariciársela en un gesto político de comprensión y concordia.
Hoy se espera que el presidente le haga un mimo al president, que le invite a tomarse un café en fechas próximas, algo, lo que sea, con tal de que Aragonès deje de ponerle cara de palo. De ofendido, indignado, escandalizado, decepcionado. Es decir, cara de de haber sido espiado... por Sánchez.
Lo que Aragonès le debiera decir a Sánchez
En coherencia con todo lo que ocurrió ayer, lo suyo sería que Pere Aragonès le dijera a Sánchez, nada más verle hoy: ‘Oye, Pedro, una cosa. Mira, ayer hice un comunicado que te he traído aquí, en papel, para que lo tengas y te lo mires. Verás que son cinco puntos, no te lleva mucho tiempo. Aquí, el cuarto y el quinto, mira lo que digo:
- ‘Es urgente saber quién autorizó mi espionaje y quién estaba enterado’. ¿Ves? Exijo una respuesta al más alto nivel. Altísimo nivel. Tú mides uno noventa, o sea que va por ti.
- Y que ‘es inaplazable la asunción de responsabilidades’. Inajornable, es que está en catalán. Pero para que tú lo entiendas significa que nos entregues de una vez a Margarita, cautiva y desarmada. Que te lo está diciendo hasta Podemos.
Aragonès tendría que decirle hoy a la cara a Sánchez que esto de haberle espiado en 2020 no tiene un pase
En coherencia con lo que sucedió ayer, Aragonès tendría que decirle hoy a la cara a Sánchez que esto de haberle espiado en 2020, aunque fuera con autorización judicial como les contó ayer la directora del CNI a los diputados de la comisión de secretos oficiales, él cree que no tiene un pase. Gravísimo. ¿Quién lo ordenó? ¿Quién lo consintió? ¿Quién estaba al tanto? ¿Has sido tú, Pedro? ¿Sospechabas de mí? ¿Eso soy para ti, un riesgo para la seguridad nacional?
Sánchez podría responderle: pues chico, un poco sí. Ten en cuenta que tu partido lideró una sedición y dijistéis que lo volveríais a hacer. A saber con quién andabas coqueteando tú en 2020. Claro que entonces Aragonés le respondería: coqueteaba contigo, Pedro, estábamos armando tu investidura, ¿no te acuerdas?
De modo que es más probable que si el Pere le preguntara a Pedro hoy por Pegasus el presidente le dijera: ‘Si es que yo de todo esto tuyo, de verdad que no sé nada. Ni sé ni debo de saber. Esta gente del CNI va por libre, qué gente Pere, qué gente’.
El nuevo argumentario de la Moncloa
No, no es una broma. Mire, el diario El Español publicó anoche esta información: ‘Moncloa se desmarca del espionaje del CNI. Fuentes del Gobierno dicen a este diario: el Gobierno ni sabe ni puede saber a quién se ha investigado. Hay separación de poderes. Sólo el juez debe conocer los detalles. En ningún caso esa información llega al despacho del presidente’. Separación de poderes. Como si el CNI fuera un poder distinto al poder Ejecutivo.
Moncloa se desmarca del espionaje del CNI. Separación de poderes. Como si el CNI fuera un poder distinto al poder Ejecutivo
A ver si lo hemos entendido: el Gobierno, que es quien controla al CNI y a quien el CNI informa, no puede saber a quién le ha infectado el CNI el móvil con Pegasus. Aunque luego la ministra de Defensa vaya al Congreso y diga que porque ella no puede hablar, que si dijera todo lo que sabe los independentistas se iban a tener que tragar sus palabras.
El Gobierno no sabe a quién espía o deja de espiar el CNI, ni aunque entre los espiados se encuentre el vicepresidente, entonces, de la Generalitat de Cataluña. Una intervención como ésa se hace sin que el Gobierno lo sepa.
¿Este es el nuevo argumenario de la Moncloa, que se espió a Aragonès legalmente pero sin conocimiento de Sánchez y sin que Sánchez se haya enterado hasta ahora? ¿Así es como pretende desactivar su crisis con sus socios independentistas, sugiriendo que antes de pedirle permiso al juez la directora del CNI no consulta con el Gobierno la conveniencia de pincharle el teléfono al vicepresidente de un gobierno autonómico?
¿Este es el nuevo argumenario de la Moncloa, que se espió a Aragonès legalmente pero sin conocimiento de Sánchez?
El guión de la Comisión de Secretos Oficiales de ayer era tan previsible que carece de mérito que antes de empezara ya pudiésemos contarles aquí lo que iba a decir al salir cada uno de los diez diputados.
El PSOE, PP, Vox y Ciudadanos se darían por satisfechos con las explicaciones y defenderían el trabajo del CNI (el PSOE apoyándose, en este asunto, en los tres partidos a los que bautizó en su día como el trifachito, qué cosas), y Podemos, Esquerra, Junts, Bildu, la CUP declarándose más intranquilos que antes de escuchar a la directora.
No hubo sorpresa alguna en las informaciones de la directora del CNI
Todo conforme a lo previsto. No hubo, en realidad, sorpresa alguna en las informaciones que facilitó la señora Esteban. Tal como se había publicado, de la lista de tropecientos infectados por pegasus, el CNI sólo reconoce como propios a dieciocho. De los demás, a mí que me registren. El CNI no ha sido.
Del robo de material privado a Pedro Sánchez, tampoco contó nada la directora. Más allá de que esto tampoco ha sido el CNI, menos mal. Ni a Sánchez ni a Margarita Robles los ha espiado el Centro Nacional de Inteligencia. A ver, con la nueva tesis de Moncloa podría haber ocurrido: como el Gobierno no puede ni debe saber a quién se espía, imagínate que el CNI decide que Sánchez es un peligro público y le pide permiso al juez para infectarle. Por qué iba a tener que enterarse de algo así el Gobierno, si sólo es... el Gobierno.
Aragonès acusa a Sánchez de haber dinamitado el diálogo
El independentismo retoma su discurso de lo muy perseguido y oprimido que está y reverdece aquello del no nos dejan otra salida. ¿Qué salida? Ah, la de romper el compromiso de no actuar de manera unilateral. Ya está Aragonés acusando a Sánchez de haber dinamitado el diálogo.
El independentismo retoma su discurso de lo muy perseguido y oprimido que está y reverdece aquello del no nos dejan otra salida
Mejor no diga usted procés, president, que entonces todos nos acordamos por qué fue condenado a trece años su mentor y guía espiritual Oriol Junqueras. Por dialogar no fue, déjeme que se lo recuerde.
Resumen de estas dos semanas
Resumen de estas dos semanas que han pasado desde que Aragonés exigió explicaciones por Pegasus y el ministro Bolaños voló urgente -y dominicalmente-- a Barcelona en viaje de contrición: el gobierno catalán, prietas las filas, carga cada vez con más dureza contra el gobierno central.
El gobierno central, saboteado por Podemos y ahogado en la aluminosis de sus peleas internas, ofrece a sus gobernados el espectáculo insólito de un agrietamiento transmitido en directo minuto a minuto, grieta a grieta, hasta el desmoronamiento final.
El gobierno central, saboteado por Podemos y ahogado en la aluminosis de sus peleas internas, ofrece a sus gobernados el espectáculo insólito de un agrietamiento transmitido en directo
Por el camino ha quedado en evidencia la presidenta del Congreso, obligada a reactivar una comisión rebajando las mayorías para sentar en ella a Bildu, entre otros. Ha quedado en evidencia la brecha de seguridad en las comunicaciones privadas del presidente, ha sido puesto en la picota el CNI y ha quedado dañada su directora, Paz Esteban.
Y todavía habrá quien diga que no se ha gestionado Pegasus con acierto. Dos semanas más y la Moncloa será un erial.