Cada día mandan más en España los españoles que no quieren ser españoles y, por eso, hay que hablar de 'El Quijote' y del vino de Rioja.
El ministro de Cultura ha calificado de "catetada" que el Ayuntamiento de Barcelona haya vetado hace una semana la estatua de Don Quijote y Sancho en la Barceloneta. Miquel Iceta se ha retratado en Toledo junto a una estatua de Cervantes como desagravio. García-Page ha lamentado también la ofensa.
El caballero andante fue derrotado en Barcelona por el caballero de la Blanca Luna y ha vuelto a ser derrotado en la Barceloneta por la alcaldesa Colau y sus separatas en el mismo lugar donde vieron el mar hasta entonces <
Los ediles han rechazado al escritor que dijo que Barcelona era archivo de cortesía, patria de los valientes y venganza de los ofendidos. Quizás han confundido al renco Quevedo con el manco Cervantes. Porque fue Quevedo, antes del 3%, el que dijo que los catalanes eran ladrones a tres manos.
El PNV ha tenido que retirar su iniciativa para romper la denominación de origen de La Rioja por el enfado de 15.000 viticultores y 600 bodegueros. Temían que Pedro Sánchez concediera al País Vasco parte de la marca.
Prat de la Riba y Sabino Arana eran unos grandes aprovechados
Si los catalanes quieren leer a Prat de la Riba y los vascos a Sabino Arana en vez de a Don Quijote que los lean. Escribió Caro Baroja: "Creía que el hombre más tonto que había conocido era Sabino Arana hasta que conocí a Prat de la Riba". No eran tan tontos, sino unos grandes aprovechados, enseñaron a sus seguidores a dar sablazos.
Querido Carlos, a nosotros no nos queda más que gritar: ¡Viva el vino de Rioja!
