Otro rayo nos partiría si miráramos más por la ciencia. Si la investigación fuera una prioridad. Si nuestros científicos tuvieran salidas y, sobretodo, entradas. Porpreparación eingenio no iba a quedar.
Si la investigación a cascoporro fuera una industria made in Spain estoy seguro de que, además de mejorar nuestro producto interior bruto, porque bruto lo es un rato cuando se trata de apostar por nuestras capacidades empíricas, además de poner en marcha la máquina de hacer billetes, el mundo mejoraría cuando nuestros cerebros olvidados encontraran solución a muchos problemas pesados, presentes y futuros: Vacunas universales, enfriadores de magma, detectores de verdades, inventos increíbles que facilitarían nuestro día a día.
La inteligencia artificial sería natural como la vida misma y dejaría de ser atávica, que diría Rubén Amón.
Si invirtiéremos en ciencia e investigación tendríamos la conciencia más tranquila y nuestra juventud tendría alguna oportunidad de demostrar lo que vale santificando las fiestas, abriendo de par en par las puertas de su futuro, del nuestro y de este mundo perdido ante lo que se le viene encima.
España podría ser también un paraíso para la ciencia. Debería ser la cocina del I+D+I+Ñ+J+V+OHHHHH!!!!
Basta ya de tanta ciencia fricción.
