Que el dinero dé la felicidad entiendo que sea discutible, lo que si da es la facilidad.
En España hablamos de dinero como si lo tuviéramos, no ya a título particular, que la mayoría de la gente no llega ni a principio de mes, sino del dinero de todos, del de la caja común al que se le ven las telarañas sin necesidad de abrirla.
Vistas las partidas que se destinan, simbólicamente, para financiar cualquier ocurrencia o necesidad, uno tiene la sensación de que vivimos en la abundancia, cuando en realidad lo hacemos en la ambulancia, que decía no sé quien.
Los hay que tienen el dinero por castigo, pero no creo que sea el caso del Estado y, de ser así, o nos tienen muy engañados, o esto lo gestiona en la sombra la Junta saliente del Barça.
La esclavitud no se abolió, fue sustituida por la hipoteca, el recibo de la luz y la dependencia del dinero para sobrevivir
La esclavitud no se abolió, fue sustituida por la hipoteca, el recibo de la luz, los créditos al consumo y en definitiva la dependencia del dinero para poder sobrevivir.
El gasto público hace tiempo que se disparó en el pie de nuestros gobernantes y a pesar de que la deuda ofende, las limosnas parecen ser inagotables.
Esto está muy mal organizado desde hace siglos. El dinero está muy cosificado y habría que humanizarlo como intenta hacer Pandora estos días. Deberíamos nacer con un bono vitalicio de pasta gansa suficiente como para no tener que preocuparnos por el vil metal de por vida. Y que trabajen Rita y los alemanes.