Judith González nos habla en Por Fin No Es Lunes de una de las decisiones académicas más polémicas que a casi nadie gustó: quitarle la tilde al solo. La RAE recomendaba la tilde cuando hubiera riesgo de confusión entre dos lecturas, en oraciones como, por ejemplo, «Trabaja solo los domingos», en las que, en principio, es posible interpretar que ‘los domingos trabaja solo’, sin nadie más, o que ‘solo trabaja los domingos’, y no el resto de los días.
La última Ortografía académica, la del 2010, establece en la página 269 textualmente que «se podrá prescindir de la tilde en estas formas incluso en los casos de doble interpretación». La filóloga de Por Fin No Es Lunes ha explicado las cuestiones que rodean a esta decisión y ha afirmado que el acento del solo es un tema que le fascina.