¿Cuál es el primer recuerdo que tienes? En Divulga que algo queda, nuestro divulgador científico Mario Viciosa nos cuenta que los recuerdos más antiguos son de cuando teníamos entre 3 y 6 años y medio. Pero hay trampa. Un estudio británico descubrió que alrededor de un 38% de los participantes de una encuesta, afirmaron tener recuerdos de cuando tenían dos años o menos. O sea, se los habían inventado. Aunque fuera involuntariamente.
Hay que partir de la idea de que es más fácil guardar un recuerdo que recuperarlo. Es decir, si le das al "guardar como" de tu ordenador y estás motivado, le pondrás un nombre atractivo y descriptivo del asunto Y, si además, lo guardas en una carpeta importante para ti aun mejor. Pero si vas con prisa y no estás motivado, le pondrás cualquier nombre o, directamente, lo guardarás "sin título". Además, lo dejarás por ahí perdido en "mis documentos" o en cualquier otra carpeta.
Lo complicado viene después, cuando pasan unos años y quieres buscar el archivo. Si elegiste la segunda opción, lo tendrás difícil. Así funciona nuestro cerebro, de algún modo. Registro, procesamiento, consolidación y evocación. La pervivencia de los recuerdos a largo plazo tiene que ver más con el orden que con la repetición. Y, en todo caso, con la emoción. El aprendizaje que contiene una carga emocional dura más. La letra con sangre no entra. Entra con placer.
¿Hay un límite físico para almacenar recuerdos?
La memoria a largo plazo es fruto del aprendizaje consciente. Pero va en dos fases, como en el ordenador. Hay una memoria temporal, como la RAM de nuestros aparatos, que sirve hasta que ha terminado una tarea, y luego se borra. Y luego, el disco duro definitivo. Una vez el conocimiento ha sido elaborado en la memoria de trabajo podríamos decir que traspasa a la de largo plazo. Teóricamente, es infinita.