Esta semana, en Por Fin no es Lunes, conocíamos una sentencia del Tribunal Supremo que nos ha llamado la atención. Una cadena de supermercados recurrió al Tribunal la decisión del Ayuntamiento de Santander que les cobraba el Impuesto de Actividades Económicas como “despacho de pan” porque horneaban barras de pan precocinadas. La sentencia es clara: “el horneado final no es un trabajo que requiera ni de grandes conocimientos especializados, ni de complejos procesos, ni de medios o aparatos inaccesibles para los consumidores”. En definitiva, descongelar pan no te convierte en panadero.
Hemos estado charlando un rato con Antonio Ordóñez sobre su forma clásica de hacer pan y los tres siglos de historia que hay detrás de su horno de leña, ahora ya el último en funcionamiento de Alcalá de Guadiara.
Nada nos gusta más en Por fin no es Lunes que las entrevistas con sabor a tradición. Esta es una de ellas, no te la pierdas.