Antioxidante, antiinflamatoria, antimicrobiana… Tiene múltiples propiedades. En la Antigüedad, los sumerios ya la utilizaban por sus poderes terapéuticos y los egipcios se referían a ella como un producto sagrado, llegando a servir como forma de pago en sus impuestos.
La miel, la gran aliada de la salud y la compañera fiel en la cocina. En salsas, en postres, en carnes o cócteles. La miel tiene un infinito mundo de posibilidades y María José Martínez, una chef de vanguardia, ha sabido aprovecharlas. Lo mismo te invita a masticar un trozo de panal que te deleita con unas quisquillas cocinadas en cera de abeja. Es una auténtica experta en dejar a sus comensales con la miel en los labios.
Apasionada de la apicultura, ha reconvertido una antigua galería de arte en un restaurante, Lienzo, del que es propietaria y en el que la miel es su principal trazo gastronómico.
Reconoce que su relación con la miel viene desde pequeña porque su abuelo era agricultor y ella, siempre que la dejaban con él en el campo, se escapaba a las colmenas a coger un trozo de panal "y masticarlo como un chicle".
Afirma que para ella recibir una Estrella Michelín ha sido un sueño porque significa que el trabajo está obteniendo los frutos que uno quiere: "No tengo palabras para describir la sensación".
