Existe una zona a menos de dos horas de Barcelona que se conoce como ‘’la tierra de los volcanes’’ pero no hay lava, ni cráteres que echen humo, allí lo único ardiente son los fogones de un restaurante que lleva más de treinta años en activo. Todo empezó en una masía donde nace una niña llamada Fina y comienza a echar raíces en aquella casa que un buen día convierte en el restaurante de su vida.
Fina Puigdevall apuesta por el alimento no viajado y promueve una experiencia basada en lo natural, ahí reside el lujo de Les Cols y también en la sangre. Tanto su marido como sus tres hijas forman parte del proyecto y esa pasión se prolonga a todo el equipo. Esta familia fue visionaria en la cocina ecológica, en el respeto por lo natural, porque para ellos eso es lo normal, amar la naturaleza, y ese amor por la tierra les ha hecho triunfar en el mundo gastronómico.