Adriana Cerezo comenzó a interesarse por las artes marciales a través de las películas que veía con su abuelo. Con cuatro años probó el taekwondo, sintió su fuerza, y decidió seguir combatiendo con el espíritu de una campeona. El trabajo, el esfuerzo y la constancia son sus guías, también, y sobre todo, el disfrute, saber que este camino ha sido su elección, una forma de vida.
Antes de cumplir la mayoría de edad, con 17 años, ya marcó un hito en su carrera. Abrió el medallero olímpico español en los Juegos de Tokio 2020 consiguiendo la medalla de plata. Esta semana ha renovado su título de Campeona de Europa tras vencer a la turca Merve Dincel y tiene plaza en los próximos Juegos Olímpicos de París 2024. Todo, fruto de su disciplina y su ilusión por dar, siempre, lo mejor de sí misma.