Pablo Pombo nos advierte en 'Por fin no es lunes' de que entramos en una semana loca. "Loca por lo de Murcia, por lo de Madrid, en realidad por todo. Loca porque estando todo como está, la actualidad va por un sitio y la vida por otro. ¿Se hablará de salud? No. ¿Se hablará de economía? No. Miremos hacia donde miremos sslo veremos muestras de división en mitad de un momento dificilísimo. La locura es eso, este chacachá incomprensible, y no los problemas de salud mental que comenzaron a acumularse hace ahora justo un año", indica.
Se ha hablado varias veces sobre la crisis de salud mental que la pandemia ha desatado. La ola olvidada, es verdad. ¿Crees que se está haciendo lo suficiente? "Creo que no se está haciendo nada. Y lo creo porque ni siquiera se está reconociendo el problema. Y me duele, me preocupa porque veo pocas cuestiones más urgentes para estar en el primer plano del debate público", declara Pombo.
Hace unas semanas, el director del Colegio de Psiquiatras británico dijo que nos encontramos ante la mayor amenaza para la salud mental desde la segunda guerra mundial. Predijo que el impacto seguirá notándose muchos más años después de la pandemia.
El sufrimiento no va a desaparecer mágicamente. "Tendremos que encarar las millones de consecuencias que está provocando la soledad. Y el estrés post traumático. Y la angustia. Y las adicciones. Y el pánico. Y la depresión. En todas las generaciones, sobre todo entre los más jóvenes que son el futuro del país entero", dice.
Tres motivos por los que hay que actuar
Pablo Pombo nos da tres motivos por los que es importante actuar: "Primero por humanidad, porque no debemos ser ajenos ante el sufrimiento de los demás que se puede aliviar o reparar. Segundo, porque hay que ser prácticos, todavía no nos hemos dado cuenta de que la salud mental es más que una cuestión individual, personal. No asumimos que es un bien social. Una cuestión que afecta al conjunto. ¿Cómo vamos a levantar la economía, la productividad, el consumo, si millones de personas no se sienten sanas? Tercero, porque hay que prepararse. A lo largo de toda esta década, veremos una demanda de atención a cuestiones vinculadas a la salud mental y el sistema no está preparado para dar una respuesta adecuada. Es ahora cuando hay que prepararse".