Este domingo se celebran tanto el Día del Trabajo como el Día de la Madre, motivo por el que Sabino Méndez se pregunta si dichas celebraciones obedecen más a la parte de las sensaciones o a la parte de las reflexiones. Nuestro sabio considera que vivimos actualmente en un mundo desbordado de sensacionalismo y ya se sabe que la sensación es lo opuesto a la reflexión: "La sensación es inmediata y tiene poco gasto de tiempo. La reflexión requiere pausa, detenerse, pararse a pensar, lo que necesita un consiguiente gasto de tiempo".
¿Estamos llegando al fin de la era de la reflexión?, se pregunta Sabino, que no sabe si esta era será sustituida por la "era de las sensaciones". Afirma que un mundo guiado por las sensaciones es un mundo de sensacionalismo, de titulares capturados por emociones arrebatadas. "El gran enemigo de la reflexión es la sensación, la emoción, porque dispara las reacciones inmediatas de la química neuronal, y mientras eso sucede, nos quita tiempo de la tarea de pensar".
Asimismo, explica que en mitad de ese mundo de información sensacionalista, lo peor de todo es que los sistemas comunicativos actuales culpabilizan a la gente por no estar lo suficientemente bien informada: Al no dejarnos tiempo estas apretadas jornadas laborales, llega un momento que no tenemos tiempo para saber quiénes somos ni lo que queremos. Pero es que luego llega el periodista cultural del suplemento dominical de turno y hay como cierto reproche a aquellos que son el eslabón más débil de la cadena laboral, de que no estén lo suficientemente cultivados e informados cuando la realidad es que todo el sistema no invita a ello".