La transformación digital ha entrado con fuerza en la administración pública para mejorar la relación con el ciudadano a la hora de hacer gestiones. Tradicionalmente, los servicios estaban diseñados desde el punto de vista del funcionario, pero en las últimas décadas, y gracias a la digitalización, se prioriza la experiencia del ciudadano, garantizando trámites más ágiles para ejercer derechos y cumplir obligaciones.
Según explica Eduard Contijoch, Senior Manager del Sector Público en Minsait, del Grupo Indra, “un ciudadano que no entiende un trámite, no lo hará”, por lo que la administración pública está haciendo un esfuerzo para simplificar su lenguaje. Otro avance importante es la capacidad de adaptarse a los cambios en la sociedad, como el envejecimiento de la población o los efectos del cambio climático.
Tecnologías clave
Cualquier empresa que quiera avanzar y mejorar la relación con sus clientes debe adaptarse a los nuevos tiempos, adoptando estrategias de transformación digital. Para ello, según Contijoch, hay elementos o tecnologías significativas a tener en cuenta:
- La nube
- El control del dato
- La IA
- La ciberseguridad
- La interoperabilidad
Estas herramientas no solo ayudan a las empresas a digitalizar y simplificar sus gestiones, sino que también abren la puerta a la creatividad y la innovación, permitiendo diseñar servicios completamente nuevos.
El papel de la IA en la digitalización
Como pasa en muchos ámbitos empresariales, la Inteligencia Artificial debe jugar un papel activo en la transformación digital de las administraciones.
Al igual que la robótica revolucionó en su momento las tareas físicas al asumir labores tediosas y mejorar las limitaciones humanas, la Inteligencia Artificial está transformando hoy las capacidades mentales en el ámbito empresarial y administrativo. Su papel es claro: potenciar las habilidades humanas y encargarse de las tareas repetitivas, permitiendo que los trabajadores se concentren en crear servicios más innovadores y valiosos.
Según Contijoch, el gran reto consiste en dedicar más tiempo a actividades con alto valor añadido, dejando las mecánicas en manos de la tecnología.
Retos formativos de los nuevos profesionales
Los jóvenes que empiezan a formarse no lo tienen fácil, pues se enfrentan al reto de dominar tanto la tecnología como la gestión de proyectos sin dejar de cultivar soft skills tan importantes como la empatía o la resolución de conflictos, habilidades que no se explican únicamente en un aula.
Además, en un mundo donde la tecnología avanza constantemente, los formadores deben enseñar a sus alumnos a adaptarse con agilidad y dinamismo, preparándolos para seguir evolucionando y formándose a lo largo de toda su carrera.
¿Qué futuro nos espera?
Mirando hacia el futuro, Contijoch prevé servicios públicos totalmente digitalizados, diseñados para centrarse en el ciudadano y permitirle ejercer sus derechos a través de servicios integrados y con un uso positivo de la IA.
Reconoce también que, aunque las nuevas tecnologías siempre asustan, son esenciales para crear servicios administrativos basados en los pilares de sostenibilidad, transformación e información, con la educación como base fundamental.
