Editorial
15/06/2023 10:55
NO PARECE TAN DIFÍCIL. Medusas, hipótesis y guarderías
Ni rastro de ellas en plena temporada ya de baño, a mitad de junio. No han aparecido. No hemos visto en las orillas a nuestros queridos celentéreos, o sea, a las molestas, pero necesarias -y ahora explicamos esto-, medusas.
¿Por qué? Se preguntarán, igual que lo hemos hecho nosotros. Pues no hay explicación irrefutable, empírica y que sea esa sí o sí. Los biólogos manejan hipótesis conforme a estudios basados en ciertas conductas y que se han podido más o menos constatar con el paso de los veranos.
Y esta rareza pudiera ser consecuencia de otra de la que ya hemos hablado desde el final del invierno y el comienzo de la primavera: el tiempo tan especial que estamos teniendo, con temperaturas en marzo, propias de julio; y precipitaciones ahora en junio dos meses después de haber tenido el primer abril de la historia en Marbella sin una sola gota de agua.
Esas hipótesis apuntan a un fenómeno similar o igual al apuntado respecto a la meteorología: se están trasladando los ciclos. Vamos, que las incómodas medusas se espera que lleguen, pero más adelante.
¿Por qué decíamos lo de “necesarias”? Porque, por ejemplo las rizhostomas, de las que huimos rápidamente porque son grandes, a pesar de que son bastante más inofensivas que las “aguavivas” o “medusas clavel”, son una pequeña guardería para los “pezqueñines”. Les sirven para protegerse de sus depredadores.
No parece tan difícil.