editorial

Marbella tiene a su disposición un estudio sobre sus necesidades de vivienda. Es un documento encargado por el Ayuntamiento con conclusiones significativas y sorprendentes.

Empezando por las últimas, llama la atención que con todo lo que se construyó tiempo ha, primero hagan falta más inmuebles y segundo haya todavía suelo de sobra para levantarlos.

Además, del número de hogares que el documento, llamado Plan Municipal de Vivienda, indica, trasluce que de aquí a cinco años se estima que la población crecerá unas 12.000 personas; a 2.500 cada ejercicio.

Resalta por otra parte que hay que centrarse en el alquiler porque hay poco y encima, muy caro. Esto vale con echar un ojo a las ofertas en cualquier portal inmobiliario. Cabría preguntarse por qué, por cierto.

No parece tan difícil.

El mercado inmobiliario sigue poniendo a Marbella en una relevante, a nivel nacional, y dominante, a nivel regional, posición. Aunque más allá del número en una tabla clasificatoria, importa por lo que supone para la economía.

Las cifras del segundo trimestre del año en lo que al valor del metro cuadrado reflejan una estabilidad este 2022 -ha bajado de manera completamente insignificante como escucharán después respecto al primer trimestre- y una progresión, significativa, tomando como referencia 2021.

Los profesionales hablan de precios sorprendentes y de ventas rápidas. Y lo atribuyen a la propia situación del municipio, de un lado, y a lo que le beneficia lo que ocurre de puertas afuera, tanto en Andalucía -en positivo- como en España y Europa -en negativo-.

Como curiosidad, volviendo al principio, ha bajado un puesto en la clasificación nacional. Ahora es 18ª. Le ha pasado la catalana Esplugues de Llobregat.

No parece tan difícil.

Raro fue que un asunto cultural encabezara la actualidad marbellí como ocurrió hace un par de meses si recuerdan. Fue con motivo del nacimiento de una productora complemente local que rendía homenaje para empezar a andar al musical Cabaret y sus 50 años.

Bueno, pues si eso fue, por desgracia, extraño, casi más lo es que aquí aparezca el mundo de la ciencia. Pero la ocasión, lo vuelve a merecer. Por el “qué”, los “quiénes” y también el “donde” trabajan.

De Margarita del Val, en el apartado del “quién”, poco hay que decir. El COVID-19 la tuvo en las televisiones, radios y periódicos como experta casi todos los primeros meses de esa pesadilla que, como decimos siempre, ¡ojo porque no ha terminado del todo!

Lo del “donde” trabajan es porque, quizá no tan conocido para el público en general pero una eminencia en el mundo de la bioquímica, Carlos Briones, lo hace habitualmente en el único departamento que la NASA tiene fuera de Estados Unidos. Y sí, lo han adivinado, está en España.

Ya con esto valdría.

No parece tan difícil.