Editorial de Elena Gijón

Sabía muy bien el Rey lo que decía cuando le comentó la pasada semana a los representantes de Nueva Canarias y de Foro Asturias que quizá se volvieran a ver pronto. Semana y media después ambos políticos han ido otra vez en Zarzuela. Entonces sólo se vislumbrabra a Rajoy en una investidura. Hoy se contemplan otras opciones, la alternativa de izquierdas coge carrerilla. En Ferraz ya no hablan de Pablo Iglesias como el gran humillador, ni el dirigente de Podemos se pone tan exquisito con la casta socialista. Podríamos decir "pelillos a la mar".

El Rey recibirá a Pedro Sánchez después del comité federal del PSOE. Así que, cuando vaya a Zarzuela ya sabrá la opinión de sus barones sobre un pacto con Podemos y todo un batiburrillo de fuerzas necesarias para completar la mayoría. El ministro del interior ha dicho en Onda Cero que es el tiempo de Pedro Sánchez, así que todos a la expectativa de cómo negocia el secretario general del PSOE. Con partidos que le imponen gobiernos o con aquellos para los que la consulta en Cataluña es innegociable.

Venezuela es un país declarado esta misma semana en emergencia nacional por falta de recursos económicos. No parece que les sobre el dinero. Así que, fletar el avión que utiliza habitualmente Maduro para recoger a personas vinculadas a Podemos, la CUP o ETA invitadas a un seminario, es un lujo. Un lujo sólo explicable desde una relación que va más allá de lo académico entre los invitados y el anfitrión. Una vez más estas relaciones necesitan explicaciones, no silencio.