Marbella Alfonso Olaso

El Presupuesto General del Estado, el proyecto presentado por el Gobierno de la nación, encabeza hoy la actualidad marbellí. Las partidas que el documento contempla inicialmente para el municipio han originado las críticas, tanto del PP, como, sorpresa, del PSOE. Sorpresa por aquello de que ha sido un Ejecutivo encabezado por los socialistas el que ha diseñado el importante texto económico. Y no es habitual que una formación se pida cuentas a sí misma; o sea, que una agrupación local le enmiende la plana a su dirección nacional. Al menos, aquí. Ahora bien, el método empleado le resta quizá poder de convicción. Porque en lugar de trasladarle la queja directamente a su partido en Madrid, el que Gobierna España, plantea una moción al Pleno del Ayuntamiento, pidiendo que todos los partidos la secunden, convirtiéndola en institucional, para que después cada grupo municipal presione a sus compañeros en el Congreso y que estos a su vez, eleven las reclamaciones en forma de enmienda. Parece más complicado así. Aunque también, como dice el líder de los socialistas marbellíes, José Bernal, puede tener más fuerza que de la otra forma. El PSOE se refiere en concreto a la nimia partida que hay para el tren litoral. El PP por su parte dice, resumiendo, que el Ejecutivo de Pedro Sánchez abandona completamente a Marbella.

El Ayuntamiento de Marbella recibió ayer oficialmente, a las nueve y media de la mañana y después de que ya el PSOE local anunciara la novedad en la tarde del lunes, la solicitud de licencia de obra de la Junta de Andalucía para construir el nuevo instituto de San Pedro Alcántara. Es, para entendernos, el paso definitivo y clave en el camino hacia el necesitado centro educativo. Además del “¡ya era hora!” que estarán pensando muchos, surgen al momento otras varias reflexiones o consideraciones. Como que, seguramente, ha sido una de las últimas decisiones del actual Ejecutivo andaluz, teniendo en cuenta la semana en la que estamos. Se lee además entre líneas escuchando, como haremos ahora, las manifestaciones hechas por el teniente de alcalde sampedreño, Rafael Piña, que quizá cansado de la confrontación y como quiera que el centro, salvo inconveniente sorpresivo, será, por fin, una realidad, disculpa en cierto modo la tardanza del proyecto: la administración va lenta pero es eficaz, ha dicho, y tampoco la nueva Ley de Contratos del Sector Público ha ayudado a agilizar los trámites, ha añadido. Claro que, como va a ocurrir con casi todo lo que suceda de aquí a mayo, pudiera pensarse que la postura del sampedreño obedece a la cercanía de las elecciones y que quieran empezar a mostrarse ya por sí solos, en lugar de hacerlo junto a sus actuales socios de Gobierno.

Ambicioso proyecto el que anunció ayer la alcaldesa de Marbella, no tanto por su envergadura ni dificultad, sino más bien por las expectativas que va a levantar entre la ciudadanía. Porque no es que solucione un problema crucial, de primer orden, pero sí de esos que ocuparían un segundo nivel en el capítulo de las demandas de vecinos y también de turistas. El Ayuntamiento quiere, con esta apuesta que en un minutos les detallamos, habilitar varios miles aparcamientos en la ciudad; gratuitos algunos y, como ocurre ya en municipios cercanos, a módicos precios en el caso de los subterráneos. Reconoce la regidora que las tarifas actuales de la mayoría son, en una palabra, caras. Es el primer y a corto plazo fruto de un plan encargado el año pasado a una empresa para que evaluara la situación actual, las necesidades al respecto y cómo cubrirlas. El Consistorio ya tiene el resultado final, que en conjunto es mucho más complejo. De hecho, está elaborado a diez años vista. Contempla incluso, a largo plazo, la peatonalización de Ricardo Soriano, con el mismo propósito que el resto del documento: hacer una Marbella más moderna y amable para sus habitantes. Es, por cierto, otra de las inversiones que podrán ejecutarse gracias a los bienes y cantidades provenientes de las sentencias por corrupción.