Marbella Alfonso Olaso

Ha sido fuente histórica de quejas y reclamaciones en Marbella. Han ido pasando los años y ‘El Portillo’, como muchos lo seguirán llamando, no ha mejorado. Incluso ha empeorado, opinarán, seguro, varios de ustedes. En 2019 se volverá a intentar. El Ayuntamiento adjudicará la concesión a una empresa que deberá, por descontado, garantizar mejoras en el servicio: puntualidad, autobuses en buen estado, cobertura por el municipio, etc. Y para que ese pretendido cambio sea más impactante, el Consistorio pondrá en práctica una medida que, a falta de comprobarlo localidad por localidad, no existe en otro lugar de la geografía española; el autobús será gratis para los empadronados en Marbella. De momento, los dos primeros años de los 10 que durará la concesión, aunque la idea es que, recalculando el coste una vez transcurrido ese periodo, se mantenga el resto del tiempo. Se da así un caso en el que los conceptos “público” y “gratuito”, la mayoría de las veces confundidos, sí convergen. Bueno, hay que pagar la tarjeta de transporte, el plástico, por si alguno le quiere sacar punta.

Decíamos el jueves que tras las tormentas de martes y miércoles llegaba la calma a la Costa del Sol Occidental. Aquí en Marbella sin embargo, después de esas lluvias, sus efectos y las obras para arreglarlos, lejos de hacer bueno el dicho, van a traer réplicas en forma de acusaciones de ida y vuelta entre los que ahora gobiernan y los que lo hacían antes, a cuenta además no solo del último temporal, sino también de aquel del 4 de diciembre de 2016. El actual Ejecutivo local saca pecho de haber arreglado el muro del colegio José Banús, cuando primero, dicen sus integrantes, era y es una competencia de la Junta de Andalucía, y segundo, ocho meses después, el por entonces equipo de Gobierno no había acometido el trabajo de manera subsidiaria, tal y como lo han hecho ellos. Ahora además el Ayuntamiento tiene que pedir el dinero a Sevilla. Pero no acaban ahí las acusaciones. Porque el Consistorio va a acometer también las obras del barrio Plaza de Toros, otra de las zonas más perjudicadas por aquellas lluvias, después, continúan con su argumentación, de que la propia presidenta andaluza, Susana Díaz, se comprometiera, el día después, a arreglar los desperfectos vía trabajos de emergencia. Están, pues, todos los condicionantes para que se embarren más las relaciones entre Ayuntamiento y Junta. Y llegará, como es lógico, la contestación de parte del PSOE local, como aludido y como portavoz que hace muchas veces del Gobierno autonómico.

Comienza una semana con tres importantes citas en Marbella; dos en el horizonte más cercano, hoy mismo; la otra se irá desarrollando a partir de mañana por la noche. La primera en el tiempo, que debe estar a punto de concretarse, es la única que no estaba prevista hasta mediada la semana pasada; son las obras de emergencia derivadas de las fuertes lluvias que el Ayuntamiento, con medios propios y con la ayuda de una empresa, empieza a ejecutar, o así lo dijo al menos la alcaldesa el pasado jueves, esta misma mañana. La segunda será a la una de la tarde. Llega cuatro días después de la idea inicial, precisamente por el cambio de agenda municipal motivado por el temporal del martes y el miércoles. Es el pleno extraordinario para aprobar el destino del dinero procedente de las sentencias firmes por casos de corrupción, de los algo más de 14 millones de euros que dispone de momento el Ayuntamiento. La sesión promete. La oposición manifestó en la comisión informativa pertinente que se abstendría, algo que el Ejecutivo no entiende y así lo ha manifestado. La cita que completa la terna es la, con diferencia, la más amable. Mañana noche dará comienzo la Feria de San Pedro Alcántara 2018. El día grande será el viernes. Vendrá muy bien para desconectar y relajarse tras cuatro días intensos, como se prevén.