Marbella Alfonso Olaso

‘Combatir la estacionalidad’. ¿Cuántas veces han escuchado este concepto en, digamos, los últimos diez años? Además de ahora mismo, algunos quizá lo hicieron ayer tarde, cuando el palacio de ferias y congresos Adolfo Suárez albergó una conferencia y posterior debate acerca de qué modelos productivos pueden compensar lo que el turismo genera en temporada alta. La impartieron el ingeniero Luis Cepedano y el abogado Alejandro Criado. Antes de profundizar en el tema, aclaremos algo para evitar una asociación de ideas errónea muy habitual cuando se trata este asunto: el objetivo no es conseguir atraer visitantes el resto del año -en temporada media y baja- sino procurar que la economía local tenga algo de lo que nutrirse esos otros meses. Y que no sea del ladrillo, a ser posible. Y aquí aparecen con fuerza dos sectores: el tecnológico y el del conocimiento. Éste último pasa por más universidades o centros formativos privados y con cierta tendencia al estudiante extranjero. Sólo los docentes necesarios serían ya un buen descuento en la lista del INEM. Pero es que además, generaría muchos más empleos indirectos. Para el tema de la tecnología, la clave está en algo que el anulado PGOU de 2010 ya preveía: una gran superficie en la que construir algo parecido al PTA de Málaga; los terrenos del Guadaiza. Allí cabrían una ingente cantidad de empresas del sector. Pero claro, todo eso, hay que gestionarlo. Y ahora es buen momento para hacerlo, teniendo en cuenta que se está elaborando de nuevo el POT de la Costa del Sol y que dentro de un tiempo que no debería ser muy mucho, empezará a fraguarse el nuevo Plan marbellí.

Marbella tendrá 17 kilómetros de paseo marítimo construido en junio de 2019, al término del segundo mandato y medio del Partido Popular en el Ayuntamiento, la formación que impulsó esa idea, allá por 2007, de tener en unos años, todo su litoral conectado, ya sea, según las posibilidades de cada zona, con mármol, losas, albero o madera, que básicamente son los cuatro tipos de suelo que hay. En estos doce ejercicios se han habilitado 10 kilómetros nuevos, además de haber variado, reformado, mejorado, otros que ya existían. La idea es que durante el próximo mandato, entre 2019 y 2023, se construyan tres más, así que, haciendo la cuenta de la vieja, la meta final se alcanzaría en 2031. Pensemos que sea quizá antes, por aquello de lo lejos que queda ese año. Pero es que lo que queda, casi todo en Las Chapas, nos explican, es lo más complicado. Porque hay que negociar con propietarios de terrenos afectados. Y eso lleva su tiempo y sus trámites. El resto, sería conectar con Estepona por un lado -la zona de Guadalmina- y con Mijas por el otro.

Es la segunda vez que ocurre en un poco más de dos semanas. Los fuertes temporales empiezan a repetirse en la Costa del Sol con una mayor e inquietante periodicidad. En lo que se refiere al litoral occidental, ayer le tocó padecer los efectos de las lluvias a Estepona, curiosamente, el municipio menos afectado hace quince días, cuando primero San Pedro Alcántara y luego el centro urbano de Marbella vieron como muchas de sus calles parecían ríos. Por el contrario, en el término municipal marbellí no hubo ayer incidencia alguna; de hecho, apenas llovió; es como si la gota fría o la ‘DANA’ hubiera dado un salto para evitar pasar por aquí, afortunadamente, viendo en un mapa cómo y dónde se desarrolló toda la tempestad. Volviendo a las localidades afectadas, el agua dejó, como siempre, imágenes para el recuerdo: en la propia Estepona, la de la jefatura de la Polícía Local y el área de Urgencias de un centro de salud inundadas, o la de, quizá, la zona que peor parte se llevó, la de una urbanización aislada porque parte de su camino de acceso se vino literalmente abajo; y en Ronda, la de su famoso ‘tajo’ albergando una potente y amenazadora masa de agua, que, entre otras tarjetas de visita repartió la de arrancar varios muros que rodean los Baños Árabes de la localidad. Como notas positivas podemos destacar que no hubo daños personales -no como desgraciadamente en la otra zona de la provincia- y que, según celebraba ayer tarde el alcalde de Estepona, el centro urbano, después de haber estado cubierto de agua, recobró rápido la normalidad gracias a las nuevas infraestructuras subterráneas hechas, que absorbieron el agua todo lo rápido y eficaz que pueda considerarse en condiciones como las de ayer; con más de 140 litros por metro cuadrado en menos de 12 horas.