Marbella Alfonso Olaso

Como estaba cantado, el asunto colea, genera polémica y lo seguirá haciendo. El requerimiento, allá por junio pasado, de la Agencia Tributaria al Ayuntamiento de Marbella para que le entregara los 12 millones de euros procedentes del caso ‘Malaya’ nos va a tener entretenidos. Ayer, aprovechando que la Junta de Gobierno Local dio cuenta del resultado de la encuesta planteada para que la ciudadanía expresara sus preferencias acerca del destino de ese dinero -y de otras cantidades recibidas por los casos ‘Saqueo I’ y ‘Saqueo II’-, el equipo de Gobierno cargó contra el Ejecutivo central y contra la oposición municipal. Al primero le acusó, reiterando lo dicho el viernes, de ser desleal con el Ayuntamiento; al segundo, también repitiendo los argumentos de la semana pasada, de mentir al decir que el dinero no lo tiene el Consistorio. Y esperando, cual espectador de un partido de tenis, cómo unos y otros dan raquetazos, surge, de momento, una primera reflexión: el Ejecutivo local explica que no comunicó en su momento la petición que le hacía Madrid por lealtad institucional; por no querer enturbiar la relación entre ambas administraciones. Dando por bueno el planteamiento -que ya es mucho- esa postura ha generado el efecto contrario o, por lo menos, distinto.

Los cementerios del municipio están de actualidad. Hace cosa de semana y media, les anunciamos que la rampa del tanatorio de San Pedro, la famosa y polémica entrada norte, se reabriría en pocos días. No concretamos cuando exactamente y menos mal, porque aún está cerrada. Cuestiones de los trámites administrativos y demás, según nos dicen. Y con ese antecedente, parece arriesgado dar una fecha para el tema que nos ocupa hoy. Pero ahora, como aquel día, transmitimos la información que nos facilita el Ayuntamiento. Y el área encargada de los camposantos fija para justo dentro de una semana, el comienzo de la obra de remodelación de San Bernabé. Habrá cambios respecto a la idea inicial proyectada en 2014. Se ha decidido hacer una reforma más profunda y así, el presupuesto, que corre a cargo de Parque Cementerio Marbella, la concesionaria, se ha multiplicado por 10. De esas modificaciones destaca quizá que habrá un ascensor o elevador que suba el féretro desde las salas hasta el propio cementerio. Así se evitará el paseo, ataud al hombro, por toda la calle, a la antigua usanza. Aunque habrá quien lo haya hecho o lo haga por tradición o costumbre, además de por obligación, y lo quiera seguir haciendo así.

La Mancomunidad de Municipios de la Costa del Sol Occidental va camino de batir por tercera vez consecutiva el récord histórico de reciclaje. Lo hizo en 2016. Lo repitió en 2017. Y con los datos que hay de lo que llevamos de 2018, si no hay bajón estrepitoso en estos tres meses, lo volverá a hacer. Entre esos residuos que tan bien depositamos para poder reutilizarlos están, además de los habituales, las pilas entendiendo por éstas las de toda la vida, las de botón y los acumuladores portátiles que se llaman, o sea, las baterías de ordenadores, videocámaras o móviles. En este apartado también estamos a la cabeza del país, doblando, por ejemplo, la media de Andalucía y España. Pero conviene hacer una matización al respecto; la misma que ha motivado, lo recordarán, una campaña de empadronamiento impulsada por el Ayuntamiento: una cosa es la población censada y otra la real. Como la segunda es mucha más que la primera en esta parte del país, en realidad, la cantidad de residuos reciclados por cada habitante no es tanta. No obstante, sigue siendo de sobresaliente. Y un dato curioso. En el caso de las pilas, no es Marbella la que más recicla, a pesar de ser el municipio más poblado: tanto Mijas como Estepona le superan, según los datos aportados por la propia Mancomunidad.