Marbella Alfonso Olaso

Dejamos a un lado los balances sobre el primer año tras la moción de censura en el Ayuntamiento de Marbella y nos centramos más en otro cuento de nunca acabar. Al igual que ocurre con los aportes de arena en las playas, que todos asociamos inmediatamente a una pérdida, año tras año, de tiempo y dinero, empieza a pasar con el mercado central. 200.000 euros va a invertir el Consistorio en unos nuevos trabajos de impermeabilización y lavado de imagen general. Otra vez. Y todo indica que no será la última. El recinto carga con una pesadísima mercancía desde su apertura, allá por 2004. La obra inicial se hizo mal y además, está inmersa en procedimientos judiciales relacionados con el caso ‘Malaya’, con lo que, no se puede hacer lo que necesita: una reforma integral, entera, de arriba abajo; sin llegar a tirarlo del todo, pero casi. En cuanto a los otros dos, el de Divina Pastora y el de San Pedro, su situación es bien distinta. Para mejor, claro. Curiosamente, son mucho más antiguos; de 1973 y 1982 respectivamente.

Llegó el balance del año de Gobierno tras la moción de censura, de Opción Sampedreña. Más allá de los logros que sus dos ediles dicen haber logrado, destacan dos ideas de lo expuesto ayer por Rafael Piña y Manuel Osorio. La primera es que ahora, subrayan, todo es más fácil, fluido y provechoso, entre otras cosas, porque es más sencillo entenderse con uno que con tres, o dos y medio, en alusión a la postura que adquirió Costa del Sol Sí Puede, que no entró en el Gobierno pero era clave para la toma de decisiones. De cara al futuro próximo, apunten: OSP no pactará con un partido que no vaya a formar parte del Ejecutivo local. La segunda es la crítica, las quejas vertidas hacia el PSOE. Denuncian Piña y Osorio que a los socialistas les han parecido mal muchas de las cosas que ellos iban a hacer igual o casi igual, como el Reglamento de Directores Generales, pero sobre todo, que justo después de fraguarse la moción de censura comenzó la obra de la pasarela peatonal, se inició el procedimiento para el nuevo centro de salud y, aunque en este caso el asunto no haya avanzado apenas, también hubo alguna novedad sobre el instituto. O sea, los tres proyectos dependientes de la Junta de Andalucía que fundamentaron el pacto en 2015 y sobre los que nada se hizo en dos años, de repente, comenzaban a andar.

Marbella busca la piedra filosofal del Turismo; la que cambie la temida estacionalidad por una regularidad durante el año en el número de los que la visitan. No ha terminado aún el verano, pero sí el segundo, por orden cronológico, mes turístico por excelencia, y ya intenta de nuevo perseguir a los que eligen, en este caso, el otoño para viajar. Se centra en concreto en los holandeses, los belgas, los alemanes y los suizos. Usa la fórmula de contar con un archiconocido portal de internet, Tripadvisor, que enseñará el municipio a todo aquel que entre en el. Y es curioso porque, dando por sentado que la llamada ‘desestacionalización’ es buena per sé, según los datos de ocupación hotelera que recoge el INE, Marbella es la localidad del litoral que menos necesitaría contar con ese turista de fuera de temporada para compensar los de julio y agosto. Si la pasada semana conocíamos que había batido récords, ésta leemos que para el conjunto de la Costa del Sol, los datos son peores que el año pasado. Insistimos, en ambos casos, según los números del Instituto Nacional de Estadística. Para evitar suspicacias y/o intereses secundarios.