¿Quién no ha hecho alguna vez tercera o cuarta fila para pedir en Los Diamantes una cerveza? Los que han comido su pescado frito saben que una visita a cualquiera de sus establecimientos se convierte en un momento inolvidable. Sus inicios arrancan en los años cuarenta, justamente en 1942, cuando los abuelos del actual propietario, Pepe Ortega, iniciaron un proyecto en el pequeño local que aún permanece vivo a comienzos de la calle Navas, junto a la Plaza del Carmen. Un pequeño bar que ha estado siempre lleno y por cuya barra ha pasado "to Graná" a disfrutar de una caña de Alhambra muy fresca y un plato de pescao frito o unas gambas que quitan "el sentío". El negocio ha crecido y ya vemos Diamantes repartidos por toda la ciudad, con sus nuevas ubicaciones en Bibrrambla, Plaza Nueva, Huétor Vega, calle Rosario, Pedro Antonio de Alarcón y junto al Palacio de los Deportes.