Hace algo más de un año que empezó la aventura de un grupo de hosteleros malagueños, que tras conocer la noticia de que el mítico restaurante El Rescoldo no volvería a abrir después de la pandemia, empezaron a realizar los trámites para devolver a esta preciada esquina de calle La Bolsa, el esplendor de años atrás cuando El Rescoldo era uno de los grandes clásicos del centro, y un importante punto de encuentro.
La unión de cuatro grandes empresarios hosteleros, con gran experiencia en el sector, ha dado como fruto un nuevo concepto que mantiene la tradición, pero enriquece su oferta y aporta un estilo renovado. Al frente, los hermanos Rafael y Alberto Sánchez, responsables de uno de los restaurantes de más éxito de Teatinos, Boca Llena, Fernando Martínez de La Medusa y Javier Frutos de Grupo Cantarrana y presidente de la Asociación de Hostelería de Málaga (MAHOS). De esta sólida unión nace este proyecto con el objetivo de «renovar la oferta gastronómica de la zona y aportar frescura».
El espacio cuenta con una nueva decoración y capacidad para un centenar de personas entre la terraza y el interior que cuenta con dos plantas, salón pequeño abajo para unas diez personas y salón más amplio en la primera planta con capacidad para treinta personas.
Cuentan con un equipo encabezado por la cocinera cordobesa Zahira Ortega, que después de algo más de dos años al frente de los fogones de La Deriva coge las riendas de la carta de Siete Cabezas, basada en la cocina mediterránea con platos con un toque personal.
Algunos de los platos que veremos en su carta son: ensaladilla rusa con piquillo caramelizado, tiradito de presa ibérica con mostaza y almendras, ensalada malagueña, croquetas de bacalao con alioli de perejil, calamaritos rellenos de setas y cebolla caramelizada, o ajoblanco con anguila ahumada, espárragos y Pedro Ximénez.
Con un especial protagonismo a las carnes, pescados y arroces, con platos como el bacalao con guiso de sus callos, el cordero glaseado, las patatas asadas con hierbas o distintas clases de arroces como el de pulpo y sepia con alioli u otro de presa y espárragos.
HISTORIA DE SIETE CABEZAS
El nombre del restaurante obedece a un trágico capítulo de la historia de Málaga, protagonizado por Sancha de Lara y su sobrino, Álvaro Torres de Sandoval, en 1639.
Según cuenta la leyenda, Álvaro era un joven mujeriego y algo rebelde, y no quiso ponerse en pie ante la llegada del alcalde Pedro Olavarría. Tras un enfrentamiento entre ambos, Olavarría decidió encarcelar a Sandoval y condenarlo a la horca. Sancha de Lara intervino en tan injusta condena y pidió amparo del rey Felipe IV que mandó investigar el caso. Tan injusto le pareció al rey la condena, que mandó ejecutar a las seis personas que habían ajusticiado a Torres de Sandoval.
Sancha de Lara ordenó esculpir las cabezas de los seis verdugos más la de su sobrino y colocarlas en la puerta de entrada de su palacio, situado en la plaza del Obispo. Desde entonces, se conoce esa manzana de calle La Bolsa como La Casa de las Siete Cabezas, ahora convertida en un acogedor restaurante que seguro sabe darle la vuelta a la historia
