Su casa -dicen los propietarios de Sarmiento- es autenticidad, espontaneidad y el disfrute de la compañía que ofrecen amigos y familiares alrededor de una mesa, y en un entorno natural privilegiado, a escasos metros del casco histórico Casares, herencia cultural de Andalucía.
Una idea que gira principalmente en torno a platos inspirados en la tradición gastronómica andaluza, elaborados con rigor hacia la materia prima y su origen.
Una cocina con el producto como protagonista indiscutible, fresco de temporada y a la brasa, técnica de cocina ancestral, la más antigua de las empleadas por el hombre, lo que les permite respetarlo al máximo, añadiendo algunos matices como la mayor textura y jugosidad o la acentuación de los aromas.
Materias primas procedentes de productores y agricultores locales adquieren una relevancia especial dentro de su ideario gastronómico.
A resaltar, en su extensa y original carta, el chivo lechal malagueño y otras carnes, además del apartado que se dedica al mar y sus productos, sin olvidarnos de su apartado especial dedicado a la elaboración de platos con huevos de "gallinas felices"