Manuel Barranco, Chef Manolito, nos propone comernos la parte del mundo que ocupan las Islas Azores, donde encontramos una gastronomía donde los sabores son inevitables. Las lapas o las crapas son imprescindibles en las islas del anticiclón, con un sabor que no se parece a ningún otro producto y que no deja indiferente.
Pero en una tierra rodeada de agua salada sorprende la importancia que cobran productos como la ternera, producto principal de numerosos guisos elaborados de un modo impactante, ya que la tierra volcánica, donde se acumulan altas temperaturas sirve de horno natural donde se entierran carnes y hortalizas como el apionabo, dando como resultado cocidos y asados inolvidables, acompañados por una especie de brioche que se conoce como bolho levedo.
Y para rebajar estos copiosos guisos, nada como un producto presente en la mayor parte de los postres de las Azores: la piña.