En un primer momento, los plazos para reabrir la carretera eran de seis meses, pero, según el prefecto de Pirineos- Atlánticos, Jean Marie Girier, se ha acortado el tiempo por la buena climatología y la cercanía del material para reconstruir la ladera en la que se apoyaba la calzada. Para ello, han recurrido a rocas cercanas al lugar del desplome. También ha resaltado que el Somport es un punto de unión de culturas y economía.
Por su parte, el subdelegado del Gobierno en Huesca, José Carlos Campo, detalla que las pérdidas por el cierre de este paso han afectado al transporte. Ese impacto ha sido de 9.000 euros cada jornada, ya que los 200 camiones que pasan cada días por esa frontera han tenido más gastos en combustible al tener que cruzar a Francia por los pasos de Irún o La Junquera.
Los negocios locales también han padecido el cierre del Somport. Por ejemplo, las pérdidas han sido de un 30% en los hoteles y restaurantes de la zona y de hasta el 90% en el comercio. El alcalde de Canfranc, Fernando Sánchez, señala que la apertura de la frontera es un alivio para la economía de la zona y más en Navidades, donde aumenta el turismo y las compras en ambas vertientes del Pirineo.