Ocupa una extensión de 410 metros cuadrados y va destinada sobre todo a las prácticas de los estudiantes de enología, más de 50 matriculados entre los tres cursos, y para proyectos de investigación, como ha explicado el rector de la Universidad de Castilla-La Mancha, Julián Garde.
Las instalaciones cuentan con un laboratorio de 70 metros cuadrados, una sala multiusos y la bodega propiamente dicha con diferente tecnología para, por ejemplo, conocer la temperatura óptima que tienen que tener los vinos, hay una sala de barricas y los alumnos podrán incluso vinificar 5, 10 o hasta 25 litros de vino, según ha explicado el director de la Escuela de Agrónomos, Jesús Antonio López Perales.
En la inauguración también ha estado el presidente de la Diputación. José Manuel Caballero ha calificado de interesante, inteligente e ingeniosa la iniciativa de la Universidad de poner en marcha una bodega experimental en una tierra, la de Castilla-La Mancha, que es la que más vino produce.
Asegura que con esta instalación se da un paso de gigante para aumentar todavía más la calidad de los vinos que se elaboran en la región y considera que lo que se haga en esta bodega tendrá un impacto en el incremento de ventas vitivinícolas.
Caballero ha avanzado que cara a la Feria Nacional del Vino (FENAVIN) que se celebrará el próximo año en Ciudad Real, se han superado todas las expectativas, hay muchas bodegas ya inscritas aunque un buen número de ellas se tendrán que quedar fuera y estar en lista de espera.