30ytantos: Parar el envejecimiento

Es el paso de los años lo que nos hace envejecer de forma objetiva y subjetiva. Y lo digo así porque tenemos dos edades: la cronológica, que es la que consta en nuestra partida de nacimiento, y la biológica que es la que nos dice a qué edad corresponde el envejecimiento de nuestras células y cuál es nuestra esperanza de vida real. Luego está la que aparentamos, pero ese es otro cantar.

La primera, la edad cronológica, es imposible cambiarla, aunque las hay que falsifican su DNI, la segunda, la edad biológica, por el contrario en gran parte depende de ti, de tu estilo de vida y de tu empeño por cuidarte para llegar a mayor en las mejores condiciones posibles.

Lo normal si no hacemos grandes gestos por cuidarnos es envejecer un año biológico por año cronológico, si nos machacamos y nos echamos a perder, cada año de más supone tres más viejo a nuestro organismo y si nos ponemos a la faena ponemos conseguir parar el envejecimiento, como han demostrado varios estudios, e incluso con una buena terapia antienvejecimiento revertir hasta 14 años la degeneración celular.

¿De qué manera envejecer bien o mal depende de nosotros? José Serres, presidente de la Sociedad Española de Medicina Antienvejecimiento y Longevidad, que de esto de envejecer sabe un rato largo, nos da las cifras. La genética contribuye solo en un 25% a nuestro desgaste, el resto lo condiciona nuestro estilo de vida. Un 10% estaría influenciado por el clima en el que vivimos y el 65% restante como nos alimentemos, el ejercicio que hagamos, los vicios que tengamos como el tabaco y el alcohol, el estrés que tengamos…

El 65% de lo que podamos hacer en los países desarrollados para mantenernos jóvenes depende de nosotros. Ni la genética, ni el clima. Nuestro día a día es lo que va a definir la calidad de nuestros últimos días. Porque ya no queremos envejecer como antes.

Podría hablarte de los telómeros, de los extremos de los cromosomas y su acortamiento que se ha definido como una de las causas claves del envejecimiento, pero sería demasiado denso. Solo decirte que ese acortamiento con buenos hábitos se ralentiza, que tú eres tu medicina y que lo que entra por tu boca puede ser alimento o veneno, porque existe una cosa que se llama inflación interna, de la que ya te he hablado en otras ocasiones, que desgasta nuestro organismo y de la que por desgracia aún se desconocen todas sus causas aunque una está clara: La mala alimentación. El daño que nos hacemos si comemos mal es un daño superior que, por ejemplo, si no hacemos ejercicio.

Y hay que empezar por comer menos. Seguimos comiendo como si siguiéramos trabajando en el campo a temperaturas extremas, diez horas al día. Todas los estudios que se han hecho en personas y poblaciones longevas han demostrado que clave era que comían poco y sano.

Este es el principio, dieta sana, ejercicio, suplementos para suplir la baja calidad de los alimentos y de eso se hablara entre otras cosas en el congreso. De eso y de la disfunción tiroidea y envejecimiento; de los probióticos y prebióticos; del tratamiento hormonal antienvejecimiento; de los últimos avances de medicina estética para eliminar arrugas, manchas, estrías, rellenos faciales, tensores, alopecia, nutricosméticos… y del rejuvenecimiento vaginal, técnicamente conocido como vaginoplastia que tanto se está poniendo de moda. Y todo eso te lo contaré poco a poco, y con todas las herramientas que tengamos a nuestro alcance lucharemos contra el paso del tiempo con el único fin de hacerte ver que lo que nos ocurra al final de nuestros días tiene que ver con lo que estamos haciendo ahora, y que invertir en nuestra salud es una garantía de vida. Sobra decirte que hoy en día 1 de cada 3 personas mayores de 65 años están polimedicadas. Esfuérzate por no llegar a ser una de ellas.

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Mil besos