El gazpacho y el salmorejo son dos clásicos del verano. Estas dos platos son una opción perfecta para refrescarnos en los días más calurosos con un gran aporte de nutrientes y pocas calorías.
Tanto el gazpacho como el salmorejo son sopas frías elaboradas con hortalizas crudas que podemos comprarlas ya preparadas o elaborarlas en casa.
Si lo preparamos nosotros y hacemos una gran cantidad podemos congelarlo para consumirlo en otro momento. Esto nos permitirá ahorrar tiempo y planear las comidas, teniendo algo siempre rico y saludable para tomar en el momento. No obstante, antes de congelar el gazpacho o el salmorejo recuerda que puedes dejarlo en la nevera durante un máximo de cuatro días.
Cómo congelar el gazpacho o salmorejo
Si finalmente optas por congelarlo, debes tener en cuenta algunos factores. Aunque no hay ningún problema en congelar estas sopas frías, si queremos que conserven su sabor y textura es importante triturar muy bien todos los ingredientes a la hora de elaborarlo; así como no añadir agua a la mezcla para evitar que se cristalice. Lo idóneo es echarla a la hora de consumirlo si lo consideramos oportuno.
Otro punto importante es utilizar recipientes horizontales herméticos adecuados para líquidos y para el congelador, y dejar un poco de espacio entre la parte superior y la tapa para que puedan expandirse.
Cómo descongelarlo
A la hora de descongelar tu sopa fría, colócala en la parte inferior de la nevera. Un truco para consumir la mezcla como si estuviera recién hecha es triturarla de nuevo a velocidad baja para que los ingredientes vuelvan a ligarse bien y añadir al final un poco de aceite de oliva.