Suiza es uno de los países que cuenta con la eutanasia o el suicidio asistido como parte de su regulación, lo que le ha llevado a aprobar el uso de la cápsula 'Sarco', diseñada por Philip Nitschke y Alexander Bannink.
Esta máquina es de utilidad para el suicidio asistido y permite a los pacientes fallecer de forma indolora, sin apenas notar los efectos de la enfermedad que padecen.
Se trata de una cápsula que se puede fabricar a partir de una impresora 3D y se puede llevar a cualquier parte, facilitando el suicidio asistido. El sistema se activa gracias a un botón en el interior de 'Sarco' o con pestañeos si la persona que quiere morir tiene parálisis que le impide moverse.
Cuando el sistema está activado se vaciará el oxígeno del interior. Solamente quedará un 1% de oxígeno por lo que el solicitante comenzará a perder el conocimiento en pocos segundos. Tras la ausencia de oxígeno y dióxido de carbono, se muere en un periodo de entre cinco y diez minutos.
Diferencias entre eutanasia y suicidio asistido
'Sarco' no es una maquina de eutanasia, sino de suicidio asistido. Comúnmente, ambos términos son confundidos, pero en casos de eutanasia es una segunda persona la que da muerte al solicitante mientras que en el suicidio asistidoes el solicitante quien se da muerte a sí mismo gracias a las herramientas que proporciona una segunda persona, en este caso la máquina.
Sin embargo, la eutanasia es más nombrada a nivel nacional e internacional, ante la solicitud que hacen muchas personas ya gravemente enfermas para poner fin a su vida, y que, en algunos casos, ha sucedido de manera drástica por la tardanza en tramitarse dichas solicitudes. Actualmente, está legalizada en muy pocos países, entre ellos, España.
El primer país en regular la eutanasia fue Países Bajos, en el año 2001, seguido posteriormente por otros como Bélgica, Colombia, Luxemburgo, Canadá, Nueva Zelanda, y Australia en algunas de sus regiones, puesto que en algunas partes del país está prohibida.