La resistencia a los antibióticos es una de las preocupaciones más alarmantes en lo que a la salud pública se refiere, según un estudio que han publicado varios investigadores de la Northen Arizona University.
La cuestión principal no es si ocurrirá, porque ya está pasando, sino cuándo se manifestará por completo, lo que podría provocar un aumento catastrófico en muertes relacionadas con infecciones.
Panresistencia, así se conoce a la nueva amenaza sanitaria
El estudio publicado por Communications Medicine ha revelado que, a medida que se incrementa el uso de los antibióticos, también aumenta la capacidad de resistencia de las bacterias. Esto se conoce como resistencia multidroga y lleva aparejado un riesgo mayor: la aparición de patógenos resistentes a todos los antibióticos conocidos, denominada panresistencia.
El autor principal del estudio y científico del Centro de Ciencias de Ecosistema y Sociedad (Ecoss), Benjamin Koch, ha manifestado su alarma ante este fenómeno, porque podría suponer "un impacto sanitario de magnitudes nunca vistas".
Koch y el director de Ecoss, Bruce Hungate, así como expertos de instituciones como la Universidad de Minnesota y la Escuela de Salud Publica del Instituto Milken han realizado una predicción para evaluar las consecuencias de este problema. Los resultados son preocupantes: si apareciera una hipotética cepa de E.coli panresistente, las muertes podrían multiplicarse por 18 y 46 veces en tan solo cinco años.
El estallido del problema es inminente, pero todavía pueden tomarse medidas para mitigar los efectos
Los investigadores advierten de que, aunque la cepa panresistente modelada todavía no existe, la velocidad a la que evolucionan las bacterias hace que solo sea cuestión de tiempo. Aunque sea algo que puede ocurrir en un año o en décadas, esto no disminuye la urgencia del problema.
La panresistencia plantea un desafío único para todas las poblaciones, incluso para los países con mejores sistemas de salud. Si bien, todavía es posible tomar medidas para mitigar los efectos. Individualmente, los expertos recomiendan tomar antibióticos solo bajo prescripción médica y exigir un tratamiento más responsable de los existentes.
Los gobiernos también tienen un papel clave y entre las medidas que pueden tomar se encuentran reforzar la legislación sobre el uso de antibióticos y ofrecer ayudas para la investigación.
Se deben aplicar estrategias globales que incluyan una mejor gestión de los antibióticos para frenar la evolución de los patógenos actuales, que cada vez son más y más resistentes.
