Tras un octubre inusualmente caluroso, el más cálido de la serie histórica en España desde 1961, según informa la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), el mes de noviembre ha comenzado con un 'zarpazo otoñal', una bajada generalizada de las temperaturas y heladas en varios puntos del país.
Al igual que el calor extremo, el frío también puede afectar a varios alimentos cotidianos, como son las frutas, verduras y hortalizas e, incluso, a otros productos como el aceite de oliva.
El aceite de oliva es uno de los productos más consumidos en España y, según explicó Víctor Pérez, ingeniero agrónomo y gerente de la Finca la Torre, en 'Más de uno' con Carlos Alsina, el color no es síntoma de calidad en el aceite. Normalmente, los consumidores lo buscan verde oscuro, aunque a veces este no es el mejor, ya que el color también depende de la aceituna empleada para hacer el aceite.
¿Cómo se conserva mejor el aceite de oliva?
Víctor Pérez confirmó que para conservar correctamente el aceite de oliva, lo mejor son los envases del cristal y en lata. En plástico confirma que se conserva peor, aunque destacó que lo más importante es "mantenerlo siempre en un sitio fresco y a oscuras". Por ello, aconseja quitarlos de la encimera y usar los del mismo año, ya que sí tienen fecha de caducidad.
¿Se puede tomar el aceite de oliva si se ha congelado?
Desde 'Directo del olivar' aseguran que en el caso de un frío extremo en el que el aceite de oliva se llegue a congelar, no se alteran ni los nutrientes ni tampoco el sabor del producto.
Sin embargo, sí recomiendan descongelarlo poco a poco, como sucede con cualquier otro alimento congelado y consumirlo con normalidad.
¿Cómo saber si el aceite de oliva está en mal estado?
Por su parte, en 'Aceite de las Valdesas', dan las claves para saber si el aceite de oliva está en mal estado:
- Por el color: normalmente los tonos van desde el dorado hasta el verde por lo que si vemos que adquiere un tono rojizo está en mal estado o, tras varios procesos de fritura, un color oscuro y con espuma.
- Por el olor y sabor a rancio: cuando lleva mucho tiempo abierto (más de dos años) puede coger un olor a rancio, como a barniz o disolvente.
