En verano, con el buen tiempo, pasamos más tiempo en la calle y los planes con amigos se multiplican. Esto implica que comemos más fuera de casa y las bebidas estrella para acompañar estas 'comilonas' son la cerveza y el tinto de verano.
Ambas son muy refrescantes y por eso apetecen más en esta época del año. También son bebidas alcohólicas y cabe recordar que el alcohol, por lo general, no aporta ningún beneficio para la salud. Razón por la que su consumo siempre debe ser moderado.
Más allá de la graduación alcohólica, una de las preguntas más comunes a la hora de elegir entre las dos bebidas es cuál tiene más calorías y, por lo tanto, engorda más.
Como todos sabemos, el alcohol engorda y es lo primero que los nutricionistas suelen eliminar cuando queremos perder peso, ya que solo aporta calorías vacías. Para salir de dudas y disfrutar sin remordimientos te explicamos qué opción es la mejor elección para tu dieta.
¿Engorda más la cerveza o el tinto de verano?
Esta cuestión, no tiene una explicación exacta, ya que entran en juego varios factores. En el caso del tinto de verano, este se elabora con vino tinto (normalmente de baja calidad), refresco de limón o gaseosa, hielo y unas rodajas de limón (opcional).
Estos ingredientes incrementan notablemente el valor calórico de la bebida ya que, a las 85 Kcal por cada 100 ml que aporta el vino tinto, hay que añadirle las calorías derivadas del azúcar del refresco de limón o la gaseosa. En total, el tinto de verano contiene unas 120 Kcal por vaso, frente a las 75 Kcal, aproximadamente, que aporta una 'caña' de cerveza (200ml).
Teniendo en cuenta estos valores, podemos decir que la cerveza engorda menos que el tinto de verano. No obstante, esta conclusión es precipitada ya que es frecuente que la cantidad de cerveza que se consume sea mayor que la del tinto de verano.
