Este viernes no solo ha traído consigo la importante novedad en las gasolineras y su descuento de 20 céntimos por litro o la llegada del mes de abril. También una nueva norma sobre uno de los alimentos más consumidos en nuestro país: el pan.
Se trata de una normativa que se había aprobado en abril de 2019, pero que se había pospuesto hasta este viernes para favorecer la adaptación de los fabricantes y los procesos de producción.
La nueva norma sobre el pan que cambiará su sabor
La norma de calidad del pan que, desde este viernes 1 de abril, limita su contenido máximo de sal busca ofrecer productos "más saludables y con las máximas garantías" para los consumidores.
Así lo precisó el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación en un comunicado en el que puntualizó que, en concreto, la norma establece que el contenido máximo de sal permitido en el pan común, como producto acabado, debe ser de 1,31 gramos por cada 100 gramos de pan (13,1 gramos de sal por kilogramo de pan o el correspondiente 0,52 gramos de sodio por 100 gramos de pan), si se analiza mediante determinación de cloruros. O bien, de 1,66 gramos de sal por 100 gramos de pan (16,6 gramos de sal por kilogramo de pan o el correspondiente 0,66 gramos de sodio por 100 gramos de pan), si se analiza mediante determinación de sodio total.
Además, recordó que la norma de calidad del pan se aprobó en abril de 2019 mediante el Real Decreto 308/2019 y entró en vigor el 1 de julio de dicho año, si bien la medida "específica" sobre los contenidos de sal se pospuso hasta este viernes para que "poco a poco" los fabricantes pudieran "adaptar" sus procesos de producción a la reducción de este ingrediente.
Con este aplazamiento, se trataba de evitar que se produjera una "afección" al consumo de pan y "favorecer que el sector productor pudiera ir modificando las recetas de sus panes y los etiquetados de los mismos", abundó el departamento de Luis Planas.
El ministerio defendió que la norma de calidad del pan supuso una actualización normativa "demandada" por parte del sector productor y que "respondía a dar las máximas garantías a los consumidores en cuanto a los productos que consumen". En ella se incluían medidas que buscaban "caracterizar y definir de manera clara e inequívoca" determinados productos como los panes integrales, los panes de cereales o semillas distintos al trigo, o distintas formas de elaboración como la artesana o la realizada con masa madre.
Un "precedente" en requisitos de calidad
En paralelo, aseveró que la normativa supuso un "precedente legal" en materia de regulación de requisitos de calidad de los alimentos, dado que por primera vez en España se introducía una medida de fiscalidad positiva que buscaba "incentivar" el consumo, con un tipo de IVA reducido para aquellos productos considerados "más saludables", como los panes integrales o los bajos en sal.
Hasta la aprobación de esta norma, el sector panadero llevaba años "abordando de manera voluntaria" la reducción de los contenidos de sal en sus productos, "convencidos de la necesidad de hacerlos más saludables para los consumidores", según el gabinete de Planas.
En el tercer trimestre de 2021, el Barómetro de Clima de Confianza de Sector Agroalimentario que elabora su ministerio dedicó un monográfico a la norma de calidad del pan, según el cual un 65% de las industrias detectaron un incremento de la demanda de panes especiales y en la misma proporción, de los elaborados con masa madre tras la entrada en vigor del real decreto.
Además, un 75% confirmó un aumento de la demanda de los panes elaborados con cereales distintos al trigo y el 90% consideró que la norma "ha contribuido a clarificar" las características y composición que deben tener los distintos panes.
Por lo que se refiere a los consumidores, el 74,6% admitieron que, con la nueva norma, se había producido una "mejora" en la calidad del pan y, según la encuesta, el elaborado con masa madre es el que más se consume y el que más incremento de demanda registra.