EN BADALONA

Un juez pide a una novia quitarse la chapa independentista para poder continuar con la boda

Una mujer que se llama Nora se casó el lunes muy enfadada, no sé si usted se habrá enterado. Y la culpa la tiene el juez que la casó. Le dijo: "O se quita usted la chapa o no la caso, señora". Eso es lo que ha contado ella, porque del juez no sabemos nada. Plántate tú en el juzgado el día más feliz de tu vida, vivan los novios, para salir de allí contrariada.

ondacero.es

Madrid |

¿Qué chapa era esa que le amargó su día a la novia? Pues si le dijo que sucedió en Badalona igual ya tiene usted una pista. Si le cuento que la novia es independentista, seguramente ya lo tiene: la chapa dice que Junqueras y compañía son presos políticos. El juez, en un exceso de celo, le explicó a la novia que nada tiene que objetar a sus opiniones, pero que en el juzgado no pueden exhibirse signos políticos que vulneren su imparcialidad. Y la novia, después de debatir con el juez sobre símbolos y libertades —no me digan que no hay nivel en el debate público de España, novia y juez debatiendo sobre los límites de la libertad de opinión mientras la boda se retrasa—, la novia aceptó quitarse no sólo la chapa sino la chaqueta entera. Antepuso su deseo de casarse al compromiso con la excarcelación de los presos, que lo tenga presente el novio porque esto sí que es amor.

El novio, que vio el retrato del rey Felipe allí puesto —no porque al juez le guste tener el juzgado lleno de fotos como si fuera la carpeta de un adolescente, sino porque el retrato del rey es uno de los símbolos del Estado— y le dijo al juez que tener ahí a Felipe sí que atentaba contra la neutralidad. El independentismo no olvida la corbata rojiblanca de la final de copa que perdió el Sevilla. Hombre, si queremos ponernos tiquismiquis podemos reprocharle a la novia (y al novio subsidiriamente) que acuda a que le case un juez al que ella, con su chapa, considera miembro del aparato represor que encarcela a la gente por anhelar la independencia. Dices: ve a que te case un concejal de Esquerra. Vale. Pero en su defensa habrá que decir que cuando se pone a organizar su boda lo último en que repara es en que es el Estado, el estado español, el que se convierte de soltera en casada. Y nada hay más independentista que dar la chapa.