Los microorganismos conviven con nosotros. En nuestro cuerpo habitan más de cien billones de bacterias, equivalente a dos kilos de nuestro peso. La mayoría son beneficiosos, pero a veces se convierten en asesinos y empiezan las pandemias.
Este desequilibrio entre los microorganismos y el organismo humano ha generado el brote de SARS-CoV-2, el Covid-19, causante de más de 4 millones de muertes, pero no es la más mortífera de la historia. La enfermedad que ha provocado más muertes data del año 1918 y acabó con 40 millones de vidas. Es la mal llamada gripe española. No comenzó en España, pero como fue el único país en publicar al detalle informes sobre la enfermedad, la cultura popular acabó por darle ese nombre.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que la denominación no esté ligada a un país, grupo, colectivo o animal porque provoca un estigma. De hecho, ahora se intenta cumplir dándoles nomenclaturas de letras griegas a las variantes de coronavirus generadas en ciertos países.
Y será por nombres de enfermedades infecciosas a lo largo de la historia. La peste negra, la viruela, el cólera, la rabia, la tuberculosis, la malaria, la gripe o el sida han sido las epidemias que recoge Fernando Adam en su libro, donde trata esos 'Asesinos microscópicos' que provocaron auténticas masacres.
Pandemia, epidemia y endemia, ¿es lo mismo?
Existen diferencias entre los términos pandemias, epidemias y endemias.
Se denomina pandemia cuando esta es capaz de propagarse por todo el planeta. Para la declaración del estado de pandemia deben darse dos requisitos: que los casos de cada país no sean importados, sino provocados por transmisión comunitaria y que el brote afecte a más de un continente.
Por su parte, la epidemia es cuando se extiende por una región concreta durante un determinado periodo de tiempo afectando a un número elevado de personas.
Por último, endemia se refiere a la presencia habitual de una enfermedad en un área geográfica a lo largo del tiempo. Enfermedades típicas de una región, presentes de forma permanente durante años.
La evolución de los microorganismos a lo largo de la historia
La concepción de los microorganismos por parte de la sociedad ha ido variando a lo largo de la historia y a medida que la ciencia ha ido evolucionando. Nos lo explica Fernando Adam: "En las primeras civilizaciones los conceptos de enfermedad infecciosa y de medicina estaban prácticamente en pañales. Las enfermedades infecciosas eran un misterio, se desconocía cuál era su origen y se asociaban a temas divinos, generalmente castigos por nuestros pecados o nuestro comportamiento. La ciencia todavía era bastante deficiente y faltaban muchas piezas del puzzle".
Por ejemplo, se extendió una teoría sobre la peste: se podía transmitir con la mirada. "La parte científica en aquella época daba la explicación a estas enfermedades bien por transmisiones a través de la mirada, por transmisión debido a la conjunción de astros, por eclipses o porque se abrían fallas en la tierra. Eran teorías ahora bastante absurdas, pero en ese momento bastante lógicas", indica.
La velocidad de transmisión de los virus
¿Los virus se transmitía con la misma velocidad en el pasado que ahora? Adam da la respuesta: "Si nos vamos a la peste o a la primera época de la viruela, las enfermedades, aunque fuesen muy contagiosas, tardaban más en extenderse porque los transportes se hacían en burro o en caballo y era mucho más difícil que una enfermedad llegase a otra región".
"En esta sociedad globalizada que tenemos en pleno siglo XXI, donde se puede coger un vuelo y cambiar de continente, las enfermedades pueden pasar de un día para otro y es muchísimo más difícil controlarlas", señala.
