Editorial de Elena Gijón

11-M desde la unidad de partidos y asociaciones. Esa es la noticia porque hemos tardado doce años en celebrar el aniversario de la matanza sin guerras previas entre colectivos de víctimas o enfrentamientos de partidos que querían patrimonializar el dolor. Ahora sólo quedan dos retos más: que seamos capaces de organizar un homenaje conjunto y que las declaraciones políticas de asuntos varios se dejen para otro día.

Crece la polémica por el arrebato de Ada Colau que ve a los militares como personas non gratas. Los prejuicios de la regidora le impiden aceptar que haya quien de forma libre quiera entrar en el ejército, o incluso comprender que esa es una institución democrática bajo mandato de civiles con la misión de garantizar nuestra seguridad y por ende nuestra libertad. También la de la regidora. Pero eso nunca lo reconocerá porque su sectarismo se lo impide. Así que ya sabemos que cuando ve a su colega, al ex Jemad José Julio Rodriguez no ve a alguien comprometido sino sediento de sangre. Bueno a lo mejor a él no.

Los que quieren cobrarse la pieza de Rajoy, tanto dentro como fuera del partido siguen sin tener en cuenta un elemento fundamental: una formación que ha ganado las elecciones no se autodecapita, no se autoinmola. Así que tan cierto es que oiremos alguna voz crítica que pida la marcha de Rajoy como que los dirigentes la acallarán cerrando filas en torno al líder. Saben que lo que está en juego es repetir en Moncloa. Otra cosa será si se repiten elecciones. Entonces, ya se verá.