Marbella Alfonso Olaso

No es un secreto que Marbella, a pesar de su tirón y de su imagen turística, adolece aún de unas playas en condiciones; de unas playas que cualquier otro destino del nivel en el que está o quiere estar el municipio, tiene y puede presumir de ellas. Y ahí está, esperando los famosos espigones, en los que se están puestas todas las esperanzas. Se verá. Pero lo que sí suena a sorpresa es que, según algunos profesionales del sector, tampoco tiene hoteles del nivel de esos otros lugares que están a la cabeza de turismo mundial. Sorprendente porque tiene siete ‘Cinco Estrellas’, tres de ellos ‘Gran Lujo’. Sin embargo, no son de grandes marcas hoteleras, dice el presidente de la Federación Andaluza de Urbanizadores y Turismo Residencial, Ricardo Arranz, que matiza: ahora, con el W Marbella y el Magna Marbella, los dos proyectos en ciernes, empiezan a tener presencia. Y sólo con ellos, asegura, el municipio se pondrá a la altura de los destinos asociados al turismo de calidad, el que debe perseguir.

En junio o julio próximos entrará en vigor una nueva normativa en Marbella que a priori beneficiará a muchas partes. El Ayuntamiento no cobrará nada, no exigirá licencia, por las obras de reforma en viviendas que cuesten hasta 10.000 euros. Hasta la fecha, el listón estaba en los 6.000, una cantidad que se sobrepasaba la mayoría de las veces que cualquier vecino se disponía a por ejemplo cambiar la solería, pintar, y poner sanitarios nuevos; a darle un pequeño cambio de cara a su casa. Y ésa ha sido precisamente la principal razón, según explica el equipo de Gobierno, del cambio anunciado. Será una ventaja, sobre el papel, decíamos, para varios; para los vecinos, que se ahorrarán pagar la tasa correspondiente de la licencia; para las empresas de reforma, que deberían tener más trabajo, y también para el propio Consistorio que, si bien ingresará menos dinero, ganará el tiempo que dejará de emplear en atender las solicitudes. La nueva ordenanza también eleva el límite de las licencias comunicadas, ésas en las que uno puede ejecutar las obras si el Ayuntamiento no ha contestado en 15 días, hasta los 100.000 euros. Ahora está en los 60.000. Resumiendo; exentas de pago, hasta 10.000 euros; comunicadas, de 10.000 a 100.000; menores, de 100.000 a 500.000; y mayores, de más de 500.000 euros.

No habrá efecto dominó. El cambio de Gobierno en España no influirá en el pacto firmado en Marbella. Opción Sampedreña mantendrá su apoyo al PP local, aunque éste ya no tenga la misma capacidad, por no decir ninguna, para que lleguen las inversiones dependientes del Estado; sobre todo, los espigones. No hay razón para cambiar, dicen en OSP, con su presidente y concejal, Manuel Osorio, a la cabeza. Riesgo cero, apostilla. Porque como quiera que el PSOE ha demandado una y otra vez esas obras para las playas del municipio, ahora y teniendo en cuenta el compromiso de Pedro Sánchez de mantener el Presupuesto General del Estado, es de suponer que el proyecto siga adelante, sin obstáculo ni contratiempo alguno. Menos razones encuentran aún los populares para que la moción de censura en el Congreso afecte al Ayuntamiento marbellí, habida cuenta, dice su secretario general y concejal, Manuel Cardeña, de que el pacto goza de muy buena salud y de que los proyectos en cuestión son necesidades de Marbella, o de San Pedro, para concretar más en este caso, y no del PP ni del PSOE.