Desde Nápoles hasta Málaga. Esta es la historia de dos italianos, Antonio y Luigui, amigos, que vinieron a Málaga de vacaciones, como dos turistas más, y se quedaron prendados de la Costa del Sol. Con una amplia trayectoria como hosteleros en su tierra, hasta aquí quisieron transportar la esencia de su cocina napolitana, revolucionando la gastronomía italiana hasta entonces conocida en la provincia, y rompiendo los estándares que teníamos sobre la pizza y la pasta.
Lo que empezó siendo un periplo hace más de doce años va ya por cuatro establecimientos en la capital y proceso del quinto. A pesar de que la comida italiana es un reclamo a para los turistas internacionales, sobre todo, se sienten orgullosos del gran calado entre el público malagueño. De hecho, han sido reconocidos como el mejor restaurante de pizzas de Málaga.