En Aragón hay cuatro pastelerías que han obtenido el reconocimiento de “Soletes con Solera”. En la provincia de Teruel nos encontramos con dos: Pastelería Alejos, en Alcañiz y Horno Casalduc en Valderrobres, Pastelería Fantoba en Zaragoza y Pastelería Ascaso en Huesca.
Pastelería Alejos
Antonio Alejos es la tercera generación que se hace cargo de la Pastelería Alejos. La fundaron sus abuelos Antonio Alejos Lizana y Carmen Pamplona y en 2025 este negocio familiar cumplirá un siglo de vida. Están ubicados en el centro de Alcañiz y desde ahí han ido evolucionando, manteniendo siempre la esencia y la tradición, aunque también innovando.
Cuando Antonio se enteró de que le habían reconocido con “Solete con Solera” se sintió muy sorprendido y agradecido porque reconocían el trabajo que se llevaba haciendo desde hace casi cien años. Entre sus especialidades están los turrones y las pastas de té que, gracias a los alcañizanos y visitantes, han llegado a todo el mundo. Desde 2002 la pastelería dio un giro e incluyó nuevos espacios, pero eso sí, la tradición y sus productos estrella, continúan.
Horno Casalduc
El Horno Casalduc está en el Matarraña, concretamente en Valderrobres, algo que se plasma en todos sus productos. La tradición y la elaboración de un buen producto también han hecho que este horno haya sido reconocido con un Solete. Sergio Casalduc es su responsable y explica cómo el horno cuenta con más de 50 años de historia que se ha convertido en mucho más que una panadería.
Sus especialidades, además del pan son las “casquetas de calabaza amarilla” que, como indica Sergio, también las hacen de cabello de ángel o chocolate, además de otras especialidades del Matarraña.
Pastelería Fantoba
Desde 1856 se encuentra en Zaragoza la Pastelería Fantoba. Todo un referente en la capital aragonesa en la que, aunque es toda eminencia en chocolate, son muchos los productos que atraen a zaragozanos y visitantes como cuenta su responsable Ivana Molina, desde las frutas de Aragón hasta el guirlache, los suspiros de la Virgen o los turrones.
Se trata de un obrador artesanal, lo que hace que la producción sea limitada, lo que también da exclusividad a los dulces que elaboran. Además, de hacer que durante todo el año la oferta de dulces sea variada, ya que se trabaja mucho con las tendencias de temporada. Para Ivana, reconocimientos como el Solete son toda una alegría.
Pastelería Ascaso
En esta edición, también se ha reconocido con un “Solete con solera” a una pastelería de Huesca: Pastelería Ascaso. Con una historia de 130 años ha ido incorporando a la tradición, nuevas técnicas que les ha llevado a la calidad, uno de sus postres más emblemáticos es el Pastel Ruso, pero también han innovado con nuevos productos como la Corona Catalina de Aragón, un dulce de mazapán con agua de rosas o la recuperación del chocolate aragonés.