Lo primero que tenemos que pensar es que la navidad no implica una amnistía en nuestro peso. La operación matemática no cambia en estas fechas por mucha magia que haya. Lo que ingieres menos lo que gastas. Si el resultado es positivo engordas, si es negativo adelgazas y si se queda en tablas, te mantienes. Así que no dejes de moverte. Haz ejercicio en la calle o en el gimnasio y baila, baila que fiestas no faltan para poder hacerlo.
Dicho esto hay cierta información que puede ser de tu interés si quieres mantener a raya esas grasas y azucares, la mayoría de ellas contenidas en bebidas alcohólicas y dulces navideños. Ya hay polvorones, mantecados, hojaldradas… sin azúcar y sin modificar su sabor. Los tiene la Estepeña.
No solo personas con diabetes reclaman ya estos productos. Los hay que padecen el síndrome metabólico, que tienen cierta resistencia a la insulina o que simplemente no pueden o no quieren engordar.
Otro gesto que puedes hacer para no expandirte estas navidades es elegir refrescos light o sin calorías. Pero no abuses porque al llevar edulcorantes hay estudios que dicen que afectan a la microbiota y alteran el metabolismo cuestionando la pérdida de peso.
En cuanto a las bebidas alcohólicas que no faltan, más bien sobran en estas fechas, mejor vino o cerveza que una copa. Tienen menos calorías y en el caso del vino tinto, propiedades antioxidantes.
Nunca tomes alcohol con el estómago vacío porque tu organismo tirará de esa glucosa y almacenará en forma de grasa la que después ingieras en la comida. Intenta beber agua entre copa y copa, acuérdate un poco de los peces en el río, y elige las menos calóricas que siempre son las que menos cantidad de alcohol contienen.
Para que te hagas una idea aproximada por orden de menor a mayor: La cerveza tendría unas 40 kcal por caña, vino blanco con unas 60 por copa, vino tinto 70, una copa de ginebra 220, de ron 240, de vodka 230 y un whisky alrededor de unas 250 kcal. Las calorías exactas dependen de cada marca, de la graduación de cada una y del refresco con el que lo mezclemos.
La verdad es que si uno lo piensa, no come ni bebe, pero no se trata de eso. La navidad es lo que tiene y hay que vivirla con ciertos límites, por salud, pero sin obsesionarnos. Además hay productos que nos pueden ayudar a minimizar los efectos.
Por ejemplo, para proteger el hígado de alcohol y grasas, cardo mariano. Como dice Luz Garcia Toro es directora de comunicación de Arkopharma, hay que tomarlo días antes pero si la previsión ha sido imposible, en el momento también hace efecto.
Y para ese exceso de grasas en comidas, Arkodiet Chitosán, un extracto derivado de los caparazones de ciertos crustáceos que atrapa el 30% de las grasas que ingerimos, apto incluso para los alérgicos al marisco.
Pero si vas a ir corriendo a la farmacia a comprarlo, una advertencia, no es para todos los días, solo en casos puntuales, cuando sabes que te vas a pasar comiendo. Porque de la misma forma que absorbe la grasa también puede retener aminoácidos y vitaminas liposolubles.
Piensa que cuando día a día ingieres más de lo que comes, esas calorías van sumando y cuando llegan a unas 7.000 es un kilo más en tu peso de grasa. Así que si un día te pasas al siguiente con un poco de contención es suficiente para compensar. Cuidarse sin obsesionarse. Son días para disfrutar, así que hazlo!
¡Feliz Navidad, Feliz Año Nuevo!
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