El pronunciado aumento de los casos de cáncer en personas jóvenes ha llevado a buscar las razones de esta peligrosa tendencia. El estilo de vida es uno de los principales factores y ahí uno de los pilares es la alimentación. Nos hemos alejado de los alimentos tradicionales, y se están sustituyendo por opciones rápidas y ultraprocesadas que cuando se convierten en el eje principal de la dieta, entrañan riesgos para la salud.
En esa línea, el cardiólogo Aurelio Rojas Sánchez ha lanzado una contundente advertencia a los jóvenes a través de su cuenta de TikTok sobre el alarmante aumento de cáncer en personas menores de 40 años. Según Rojas, en los últimos años se ha registrado un incremento del 80% en casos de cánceres como el de mama, colon, páncreas, endometrio, estómago y próstata.
Dos alimentos a evitar
En la búsqueda de una explicación, el experto resalta que estos tipos de cáncer tienen un factor en común: se ven favorecidos por niveles elevados de insulina en el cuerpo, un potente factor de crecimiento que estimula la proliferación de células cancerosas. El problema, según el especialista, radica en dos alimentos que son muy comunes en la dieta diaria de muchas personas: el azúcar y la harina de trigo refinada.
Rojas explica que tanto el azúcar como la harina refinada aumentan de forma desproporcionada la producción de insulina, lo que no solo contribuye a la aparición de diversos tipos de cáncer, sino también a un incremento en las enfermedades cardiovasculares. "Si quieres prevenir y cuidarte, ya sabes lo que no debes consumir", concluye el cardiólogo en su vídeo.
La advertencia de Aurelio Rojas subraya la importancia de adoptar una alimentación más saludable y consciente, especialmente entre los jóvenes, quienes están viendo un preocupante aumento en la incidencia de enfermedades que anteriormente se consideraban más comunes en edades avanzadas. Por ese motivo, recomienda reducir al máximo estos alimentos. Priorizar los alimentos reales, esos que no llevan etiqueta. No olvidar el consumo de frutas y verduras que deben tener el mayor protagonismo en los platos que ingerimos. Y también complementar con proteínas de calidad y grasas saludables como el aceite de oliva virgen extra, el aguacate o los frutos secos al natural.
Dentro de una dieta que siga esas pautas, no hay problema si ocasionalmente consumes productos considerados como no saludables. Lo importante es que no desplacen a otros, que son esenciales para que nuestro cuerpo reciba el necesario aporte de nutrientes para recuperarse y para poder rendir en nuestro día a día.