DÍA MUNDIAL DEL SUEÑO

Los padres pierden hasta 750 horas de sueño durante el primer año de vida de su bebé

El sueño es uno de los pilares de nuestra salud y, junto a la alimentación y el ejercicio físico, es la base sobre la que se sientan las emociones y la capacidad de razonar de los niños.

Jorge Infer

Madrid |

Laura Pazos, directora de Sleepy Kids y psicóloga especializada en sueño infantil

Según los datos que maneja Sleepy Kids, expertos en salud del sueño pediátrico, los padres pierden hasta 750 horas de sueño durante el primer año de vida de su hijo. Esto equivale a unas 88 noches sin dormir (31 días completos) o a una reducción diaria de 2 horas de sueño. Aunque esto pueda parecer un sacrificio menor en el contexto de la crianza, las implicaciones para la salud física y mental de los progenitores son muy importantes y -sobre todo- pueden pasarles factura.

¿Cuáles son las consecuencias de no descansar lo suficiente?

Un adulto pasa el 30% de su vida durmiendo, un 40% en el caso de los niños. Durante las horas de descanso, el cuerpo segrega la hormona del crecimiento, clave para su desarrollo físico y psíquico, teniendo en cuenta que el sueño juega un papel fundamental en la consolidación de la memoria y el aprendizaje de los más pequeños.

No descansar lo suficiente puede afectar negativamente a la capacidad de concentración y atención, a la irritabilidad, puede aumentar la dificultad de controlar nuestras emociones, obstaculizar las relaciones sociales e incluso perjudicar el rendimiento laboral. Y no solo eso, sino que la falta de sueño puede provocar cambios en el sistema inmunitario, problemas cardiovasculares o trastornos de la alimentación.

El sueño es un nutriente esencial para nuestro desarrollo cognitivo, mientras dormimos cuerpo y mente se resetean y preparan su desarrollo. Y en el caso de los niños, la hormona del crecimiento solo se segrega mientras duermen.

Consejos para mejorar el descanso

No hay recetas mágicas para ello, pero sí algunos consejos que nos pueden ayudar a que conciliar el sueño no se convierta en una batalla diaria. Laura Pazos, directora de Sleepy Kids y psicóloga especializada en sueño infantil, recomienda a los padres que se fijen unas expectativas realistas, que acepten que el primer año son normales los despertares nocturnos, que diseñen y respeten los horarios en función de la edad, que respeten el sueño diurno de sus hijos y que generen un ambiente cómodo en la habitación.