En principio, casi todos los productos alimenticios se pueden congelar; no obstante, existen alimentos que responden mejor que otros a la congelación en razón de su composición. Por ejemplo, los alimentos con mucha grasa o mucha agua no la llevan bien.
Eso sí, todo dependerá de los días que vayamos a ausentarnos, puesto que no es lo mismo estar fuera un fin de semana largo, en cuyo caso las recomendaciones serán menos estrictas, que varias semanas. Ahora bien, hay tres factores que condicionan esta imposibilidad para congelar e incluso la revierten: el aislamiento, la velocidad de congelación y un cocinado previo.
- Carnes: las carnes crudas aceptan perfectamente la congelación y el posterior descongelado, siempre y cuando se congelen en buen estado.
- Pescado: ocurre al igual que en las carnes, pero tiene más tendencia a exudar líquidos, por lo que es más importante usar táperes o bolsas de congelación.
- Embutidos: depende de la cantidad de grasa que tengan. En general, todos se pueden congelar, pero si tienen mucha grasa, responderán peor.
- Frutas: en las frutas hay de todo y es imprescindible utilizar la congelación express, para que al descongelar la textura se conserve bien y no se poche y pierda jugo.
- Lácteos: la leche y el yogur se pueden congelar, pero siempre se respetará su posterior descongelado dentro de la nevera.
- Salsas: la mayoría acepta bien la congelación express, aunque algunas en el descongelado se cortan. Hay que tener mucho cuidado.
¿Qué hacer si las vacaciones son de larga duración?
La última cosa que queremos encontrarnos a la vuelta es una nevera con olor a rancio y llena de alimentos en mal estado. Desatender durante mucho tiempo este electrodoméstico puede conllevarnos sorpresas indeseadas.
Así que, en ausencias de más de quince días, es recomendable tomar algunas medidas adicionales, como intentar ir vaciando la nevera a los pocos días de marcharnos y sólo comprar lo necesario para cada día. El objetivo es llegar a vaciar del todo la nevera, ya que no tiene sentido guardar alimentos que, a la llegada, no estarán en condiciones de ser consumidos.